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Entre jueves y viernes de la semana pasada se observaron precipitaciones débiles en gran parte del territorio provincial, minimizándose los registros hacia el norte, hasta volverse nulos. En general en los departamentos del norte solo transitaron nubes bajas con alguna ocasional llovizna dispersa. En áreas muy reducidas los acumulas lograron superar los diez milímetros, pero en general han predominado registros inferiores a cinco milímetros.
La oferta de agua sigue siendo pobre, aun cuando estamos en los meses de invierno, momento en que naturalmente las precipitaciones retroceden. Está muy lejano el último evento de buen volumen y de amplia cobertura. El mismo se dio allá por comienzos de la segunda quincena del mes, luego se impuso una transición muy fría hacia el mes de julio.
Desde finales de junio las entradas de aire frío han promovido la continuidad de situaciones estables y los lapsos de inestabilidad, siempre encuentran un techo para los desarrollos nubosos. En consecuencia las lluvias no pueden ganar milimetraje, aun cuando en jornadas previas se haya observado buena entrada de humedad, los movimientos verticales siguen siendo pobres. El resultado: el tipo de lluvia es el observado el jueves y viernes pasado. Lluvias poco productivas que quedan un poco cortas a la hora de definir alivios sustantivos. Si no fuese por el arrastre deficitario, esta oferta tan modesta quedaría disimulada, pero dado que se nota una persistencia en este comportamiento, el análisis necesariamente es otro y define una situación de alerta y continuo monitoreo de los pronósticos.
Se prevé que el aire frío siga imponiéndose, con entradas menores de aire del sector norte. Sin embargo se mantiene la tendencia de temperaturas bajas al menos hasta comienzos de la última década del mes. Es posible que para entonces las lluvias regresen todo el territorio provincial.
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El balance hídrico resulta con una diferencia positiva de las reservas de humedad a favor del sudeste provincial y las zonas del centro. En tanto el sudoeste y el norte, parecen estar más necesitados de agua. Todavía no se puede hablar de una situación que pueda impactar sobre los cultivares de la fina, pero sin dudas los mismos deben estar sintiendo el ajuste en el nivel de humedad.
Regularizar el patrón hídrico del oeste y el norte provincial requiere unos cuarenta milímetros durante las próximas dos semanas. No es una demanda inusual para la época, agosto podría entregar ese volumen de agua. El punto es que los pronósticos no lo están mostrando.
En principio hasta el viernes o sábado de la semana próxima no habría novedades en cuanto a lluvias. La situación podría evolucionar mucho mejor hacia el mes de septiembre, si en la última semana se observan al menos 20 milímetros. Aun cuando el mes pueda cerrar sin completar los valores estadísticos, los lotes de trigo podrían acomodarse con reservas más próximas a las adecuadas, esperando la subida al próximo escalón pluvial que recién llegaría durante septiembre.
Esta secuencia, no es la ideal, pero hace viable a los cultivos, sin sufrir estrés hacia el inicio de septiembre, menos que eso, se definiría un estado caracterizado por la escasez, que según la zona quedaría al borde de una incipiente sequía. Una persistencia de lluvias escasas también afectaría las siembras tempranas de maíz.
Dado que ya se han fortalecido los pronósticos de La Niña para el trimestre septiembre-noviembre, estimamos que será clave el funcionamiento de la dinámica de escala regional para contrarrestar los potenciales efectos negativos de La Niña sobre las lluvias. Entendemos que esto puede suceder, sin llegar a un patrón de lluvia sobrado, pero si con mejoras.
Figura 1: Cultivo de Trigo. A. Dpto. Victoria. Ing.Agr. Gustavo Spangenber. B. Dpto. Federación. Ing.Agr. Exequiel Morra. C. Dpto. Federal. Ing. Agr. Rafael Martinez
La superficie implantada con trigo en el ciclo 2020/21 se ubica en aproximadamente en 460.000 hectáreas (ha). Las cifras definitivas serán publicadas luego del procesamiento de las imágenes satelitales en los meses de setiembre y octubre del 2020.
El estado fenológico abarca desde inicio de macollaje a encañazón Figura 1.
La condición general del cultivo a nivel provincial es la siguiente:
- Muy buena 34 %
- Buena 63 %
- Regular 3 %
Los colaboradores indican que la principal limitante es la disponibilidad hídrica, fundamentalmente en el Suroeste (departamentos Paraná, Diamante, Nogoyá y Victoria), debido a que en las últimas semanas en este sector las precipitaciones han sido nulas o muy escasas.
El déficit hídrico dificulta la incorporación y absorción del fertilizante nitrogenado al cultivo y si bien, al momento la limitante hídrica no es tan grave, se agudizará de no registrarse precipitaciones en la región en los próximos 10 días.
Figura 2: Calendario de siembra del trigo en la provincia de Entre Ríos resultado de la encuesta en el ciclo 2020/21.
La Bolsa de Cereales de Entre Ríos realizó una encuesta a los colaboradores sobre calendario de siembra y los principales cultivares implantados en el ciclo 2020/21. La encuesta abarcó un área de 178.000 ha, lo cual representa alrededor del 40 % de la superficie implantada actualmente.
En la Figura 2 se presenta el calendario de siembra, que inició en la segunda quincena de mayo para concluir en la primera quincena de agosto del 2020. El 15 % del área se implantó en mayo, el 84 % entre los meses de junio y julio y solamente alrededor del 1 % en agosto.
Figura 3: Participación de los ciclos de crecimiento implantados en base a encuesta realizada en el ciclo 2020/21.
En la Figura 3 describe la participación de los ciclos detectados, se destacaron los ciclos cortos, ya que abarcaron el 56 % del área encuestada.
Figura 4: Principales cultivares implantados en el ciclo 2020/21.
La Figura 4 presenta los 10 cultivares más sembrados. Se destacó Don Mario Ceibo de ciclo corto con una representación del 30 %, seguido por Don Mario Algarrobo de ciclo intermedio con el 16 %.
Si las condiciones de humedad en la cama de siembra y temperatura son adecuadas, en escasas semanas dará inicio la siembra de granos gruesos de la campaña 2020/21.
Las primeras proyecciones realizadas por la Bolsa de Cereales de Entre Ríos indican un incremento del área de sorgo (fundamentalmente granífero) y una disminución del cultivo de maíz. Esto representaría un cambio en la tendencia de los últimos tres o cuatro años donde la superficie cultivada con maíz experimentó una expansión, mientras que el área dedicada al sorgo se redujo gradualmente.
Dentro de las causas que originan estos cambios se destacan dos:
- La cotización del sorgo tanto en el mercado disponible como en el futuro es muy atractiva, el alza en el precio del cereal ha sido generada por un incremento en la demanda por parte de China.
- Los pronósticos meteorológicos a largo plazo están dando señales de la presencia de “La Niña” para el verano, por lo tanto, es lógico pensar en un escenario con lluvias por debajo de lo normal fundamentalmente en trimestre noviembre – diciembre – enero.
