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Entre el viernes y el martes, el buen tiempo se instaló en gran parte de la franja central del país y dio un respiro a la sobreoferta de agua que viene sufriendo la Mesopotamia, principalmente el norte entrerriano y el sur de Corrientes.
A esta altura, debemos aclarar, que no hay localidad entrerriana que no haya superado los valores normales del mes. Es difícil encontrar una localidad que no haya superado el piso de los doscientos milímetros cuando, a gran escala, lo normal para el mes de enero ronda los ciento treinta milímetros. Sobre los departamentos del norte predominan marcas que superan los cuatrocientos milímetros, con el registro de Federal que encabeza el acumulado en los pluviómetros entrerrianos con más de 550 mm (dato estación automática INTA).
Cambiando del martes para el miércoles las lluvias reaparecieron con importante despliegue, con el volumen más importante nuevamente tendiendo a concentrarse del centro para el norte del territorio, liberando de la presión pluvial a zonas del sudoeste provincial. Algunas precipitaciones llegaron temprano antes de las 9 hs de ayer y quedaron representadas en el mapa (zona de influencia de Paraná y Gualeguaychú), sin embargo, la mayor parte de este volumen de lluvia se concretó durante el transcurso del resto de la jornada del miércoles y serán incluidas en el mapa de la semana próxima.
Las condiciones del tiempo han vuelto a mejorar y la evolución meteorológica de la semana posiblemente aleje los máximos pluviales de la Mesopotamia. En efecto, se espera que desde mañana un nuevo frente avance sobre la región pampeana. En esta ocasión los principales modelos de pronóstico desplazan los máximos de lluvia hacia zonas mediterráneas, principalmente hacia el centro oeste y sudoeste de la región pampeana. Esto no quita de que puedan volverse a concretar lluvias sobre ER, más que nada durante el sábado, esta vez modestas o débiles.
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El gran caudal pluvial recibido en territorio entrerriano a lo largo del mes de enero, sin dudas ha generado mucho daño en la estructura de caminos rurales y en consecuencia en la posibilidad de ingreso a los lotes. Al mismo tiempo la red natural de drenaje del territorio entrerriano rápidamente da respuesta cuando la presión de las precipitaciones se interrumpe.
El río Gualeguay ha debido trabajar a destajo para encausar los excesos hídricos que decantaron la red de arroyos que se van vertebrando a lo largo de su cauce. Sobre las costas del río Uruguay, los desbordes fueron muy significativos y si bien estos cursos de agua se reportan en bajante, la situación de fondo sigue siendo compleja.
Del centro para el sudoeste de la provincia, las lluvias no fueron tan voluminosas. Si bien hemos dicho que las mismas superaron los valores normales, esto no ha redundado en problemas que puedan afectar los cultivos, aunque si se vieron afectados los ingresos a los lotes.
El balance hídrico que se representa en el mapa, no tiene en cuenta la permanencia de los excesos en el terreno y por eso en algunos sectores las reservas pueden estar subestimadas. Por otra parte se reconocen en el departamento Gualeguaychú y en las vecindades de Paraná, la reaparición de los excesos, producto de las lluvias observadas antes de las 9 hs de ayer. Podemos tomar esta situación como un indicador de que los excesos deben haber ganado buena parte del centro norte de la provincia con las precipitaciones que siguieron observándose durante el miércoles.
El buen tiempo que tiende a instalarse a partir de hoy parece encontrar condiciones para persistir. Esta última semana de enero se perfila con un freno a la oferta de agua.
Figura 1: Condición de la soja de primera por zonas en Entre Ríos.
El área sembrada con soja de primera en el ciclo 2018/19 se ubica alrededor de 800.000 hectáreas (cifra que será verificada con el uso de imágenes satelitales).
En la gran mayoría de los lotes, el cultivo se encuentra en etapas reproductivas, desde R1 (inicio de floración) a R3 (inicio de formación de vainas). Aunque, existe un pequeño porcentaje representado por siembras tardías que todavía está en la etapa vegetativa.
La condición general del cultivo en la provincia es la siguiente:
- Muy buena 35 %
- Buena 56 %
- Regular 8 %
- Malo 1 %
Respecto al estado sanitario, los colaboradores informaron que se incrementó el nivel de enfermedades en el tercio inferior de las plantas. Además, se efectuaron aplicaciones para el control de orugas.
Finalmente, los colaboradores destacaron el alto nivel de malezas presentes en algunos los lotes, ya que las reiteradas precipitaciones han dificultado la aplicación de herbicidas.
Figura 2: Condición de la soja de segunda por zonas en Entre Ríos.
El área implantada con soja de segunda en el ciclo 2018/19 se sitúa en 350.000 ha aproximadamente (cifra que será verificada con el uso de imágenes satelitales).
Cabe recordar que a inicios del mes de diciembre se proyectaba una intención de siembra cercana a las 400.000 ha, pero las abundantes precipitaciones imposibilitaron que se concretara la planificación original.
El estado fenológico se encuentra entre Ve (emergencia) a V7 (siete hojas desarrolladas).
La condición general del cultivo a nivel provincial es la siguiente:
- Muy buena 6 %
- Buena 46 %
- Regular 40 %
- Mala 8 %
Dentro de la condición regular y mala se detectan: lotes con baja a muy baja densidad de plantas por hectárea, serios inconvenientes con malezas y fechas de siembra muy tardías (lo cual genera una baja expectativa de rendimiento).
En Entre Ríos se proyecta que el área implantada con arroz para el ciclo 2018/19 se posicionaría en 60.000 ha. Actualmente se están procesando imágenes satelitales para determinar con exactitud la cifra final.
El estado fenológico abarca desde diferenciación (siembras tardías) a pleno llenado de granos.
La condición general del cultivo en Entre Ríos es:
- Muy buena 20 %
- Buena 52 %
- Regular 28 %
Es importante recordar, que a igual fecha el año pasado, el 93 % del área contaba con una condición calificada entre buena a muy buena y actualmente este valor es del 72 %.
Dentro de la categoría regular se encuentran lotes donde el cultivo está amarillento, con lento crecimiento por la falta de radiación y con problemas de malezas.
Cabe recordar que las condiciones climáticas durante el mes de enero son claves para que el arroz alcance su máximo potencial, lamentablemente, hasta el momento han sido desfavorables (incremento de la nubosidad, humedad relativa, reducción de la radiación solar y días con marcados descensos térmicos).
En la Figura 3 se muestra el comportamiento de la temperatura mínima en las tres zonas productivas, las cuales se diferencian por la fuente de agua para el riego (represas, pozos o ríos y arroyos) elaborado en base a datos provenientes de la red de centrales meteorológicas automáticas.
Tal como puede apreciarse, los mayores descensos térmicos se registraron en la zona fuente de riego por pozos, donde se contabilizó un total de cuatro días con mínimas inferiores a 15 oC. Los colaboradores reportan que todavía no es factible de cuantificar el daño por vaneo asociado a estas bajas temperaturas.
Por otra parte, se están realizando aplicaciones aéreas con fungicidas para el control de Pyricularia, no obstante existen serias dificultades, ya que son escasas las pistas asfaltadas.
Figura 3: Comportamiento de la temperatura mínima del 1 al 23 de enero del 2019 en las tres zonas productoras de arroz en Entre Ríos.
