INFORMES SIBER

INFORME SEMANAL Nº 813
PRECIPITACIÓN ACUMULADA DESDE EL 02 AL 08 DE MAYO DEL 2018

últimas 4 semanas

A lo largo de casi toda la semana que estamos analizando se registraron precipitaciones prácticamente continuas. Del centro para el sur las mismas cedieron temporariamente durante el fin de semana, pero entre lunes y martes las lluvias arreciaron nuevamente, alternando mejoras temporarias el miércoles, llegando a hoy jueves con la concreción de nuevas lluvias que generan una desataca sobreabundancia pluvial.
Como puede observarse en el mapa, la mejor parte en cuanto al volumen de lluvias se la han llevado los departamentos del sur, donde, por sectores, la suma semanal ha quedado por debajo de los 60 milímetros.
Para dimensionar la sobreoferta de agua podemos mencionar que
En el sudoeste de la provincia para todo el mes de mayo son esperables lluvias del orden de los 60 milímetros, marcas que estadísticamente crecen hacia el norte y hacia el este. Al cabo de diez días del mes de mayo, es difícil encontrar una localidad entrerriana que no haya completado las lluvias normales, en todo caso es una excepción muy puntual.
En vastos corredores de la provincia predominan valores que ya han triplicado la normal del mes. Observemos por ejemplo, que en zonas de Feliciano y Federación, las lluvias hasta ayer a las 9hs, superaban los 250 milímetros. Áreas importantes de Villaguay, superaron los 200 milímetros, algo que se repite en la zona de influencia de Concordia. Se han reportado varios eventos donde las lluvias acumuladas han superado la barrera de los cien milímetros en menos de doce horas: Hasenkamp, Crespo, Feliciano, Concordia, son algunos ejemplos.
Las lluvias que se están registrando desde ayer a las 9hs, encaminan los registros hacia sumas que posiblemente generen máximos pluviales para el mes de mayo en muchas localidades entrerrianas. Favorablemente, el tiempo mejora con el correr del viernes y posiblemente se sostenga por varios días.

ESTADO DE LAS RESERVAS AL 09 DE MAYO DEL 2018

últimas 4 semanas

En el análisis que hacíamos la semana pasada, se perfilaba que con las lluvias previstas era muy probable que el área de excesos se ganara territorio. La abundancia de lluvias ha sido de tal magnitud, que los mismos se han generalizado incluso en las zonas más secas que quedaban en el norte de La Paz. Aparece una excepción en la zona de influencia de Nogoyá, donde las marcas pluviales apenas alcanzaban los sesenta milímetro, hasta las 9hs de ayer. Observemos que con esta suma pluvial el balance alcanzaba niveles óptimos, incluso con menos lluvia el área se hubiese mantenido con buenos niveles de reserva. La sobreabundancia de lluvias ha devenido en lógicos excesos hídricos, los cuales con las últimas lluvias también se han establecido sobre Nogoyá.
Revertir una sequía de la magnitud que afectó el semestre cálido, sin dudas requería de un cambio contundente en el patrón pluvial. Si bien desde principios de abril comenzaron a perfilarse mejoras, de ningún modo se proyectaba una anomalía en las precipitaciones de tremenda dimensión.
La volatilidad que presenta la circulación atmosférica está promoviendo una alta frecuencia de aparición de eventos extremos. La exposición de los sistemas productivos de gran escala a esos comportamientos extremos, define nuevas condiciones de riesgo agroclimático, que como se ha visto en esta última campaña han sido muy perjudiciales.
Por lo pronto, podríamos analizar como positivo, que el saldo de estas precipitaciones definitivamente dejarán los perfiles en condiciones para el inicio de la fina.
El tiempo mejora en forma oportuna. La segunda quincena de mayo no parece mostrar una tendencia a repetir lo que viene sucediendo en esta primera década del mes. Habrá que estar atentos a la evolución de los excesos para definir el inicio de las siembras de la nueva campaña.

INFORME CLIMÁTICO DEL MES DE ABRIL

INFORME ELABORADO POR CCA (Consultora de Climatología Aplicada)


LO QUE FALTÓ, COMIENZA A SOBRAR


Si bien el comienzo de abril se caracterizó por la llegada y permanencia de aire tropical a la región pampeana, la dinámica que favoreció el desarrollo de sistemas precipitantes superó todas las expectativas.
Los eventos que venían desde la segunda quincena de marzo con una frecuencia semanal comenzaron a replicarse en períodos más cortos y sobre todo ganando volumen. Las primeras señales de cambio se observaron en el centro de la zona núcleo pero luego, con el transcurso del mes, las lluvias alcanzaron hasta el sudoeste de BA.
En la Figura 1 se puede observar que hay un epicentro muy marcado del máximo pluvial que se despliega en gran parte del norte de BA, centro sur de ER, centro sur de SF y las vecindades del este de CB. Se aprecian precipitaciones generosas que alcanzan el sudoeste de la región pampeana y que si bien no resolvieron la situación han permitido cortar la sequía, al menos meteorológicamente.
La comparación de los registros pluviales con las marcas estadísticas (1973-2017, Figura 2), refleja fundamentalmente la sobreoferta de agua que se ha observado en un vasto sector de la región pampeana, tomando principalmente la zona núcleo, extremadamente seca hasta finales de marzo.
Son reducidas las áreas que se mantuvieron deficitarias con el correr del mes de abril.
En cuanto al comportamiento térmico y acompañando la persistencia de masas de aire de origen tropical, las temperaturas han presentado desvíos positivos significativos en las principales áreas productivas del país. Según un informe del SMN, la temperatura media de abril, ha sido la más elevada de los últimos sesenta años.
Es muy probable que sin esta anomalía térmica y sin la presencia de aire tropical, las lluvias descriptas no se hubieran concretado. De hecho el comportamiento de abril responde más a la distribución de lluvias esperadas para marzo.
Si abril se hubiese comenzado como el típico período donde se concretan las primeras irrupciones de aire frío, posiblemente hoy estaríamos analizando la extensión de la sequía hacia el otoño y por ende un fuerte condicionamiento para el desarrollo de la fina. El mes de mayo comenzó sin presentar cambios de masa de aire y es altamente probable que este patrón térmico, más moderado, se sostenga por el resto del mes.


Figura 1: Distribución de la precipitación acumulada en Argentina en abril del 2018 - Fuente CCA. Figura 2: Anomalía de la distribución de la precipitación acumulada en Argentina en abril del 2018 - Fuente CCA.

TENDENCIAS CLIMÁTICAS

Figura 3: Anomalía de la temperatura en el Pacífico Ecuatorial del 02 al 29 de abril del 2018.

Indicadores de Escala Global


El fenómeno de La Niña finalmente se ha resuelto convergiendo hacia un escenario neutral. A lo largo del mes de abril han persistido ligeras anomalías frías en el Pacífico Ecuatorial central, insignificantes como para tener una incidencia sobre el comportamiento atmosférico. Lo que está sucediendo con las zonas secas que persisten en el norte del área agrícola principal del sudeste de Sudamérica no responde a este fenómeno.
Obviamente lo más destacado que se presenta en el mapa de anomalías de las temperaturas oceánicas superficiales es el resurgir del calentamiento sobre el litoral Atlántico. Como ya hemos visto en los últimos años este tipo de anomalías tiene un impacto significativo sobre el comportamiento pluvial del área continental aledaña y bien pude considerarse fuertemente correlacionado con la rápida respuesta que ha experimentado el patrón pluvial del mes de abril.

Indicadores de Escala Regional


Las condiciones de circulación de escala regional son altamente favorables como para que se sigan concretando lluvias significativas en el corto y mediano plazo, incluso avanzando sobre zonas mediterráneas desde el norte del país hasta la Patagonia.
Por otra parte, el extremo noreste del país parece una zona que puede seguir vedada de las precipitaciones de importancia, lo cual constituye una fuerte anomalía, puesto que justamente es el área donde se retiran las lluvias a partir del mes de mayo.
En consecuencia hay una fuerte tendencia a romper el comportamiento estadístico de las precipitaciones durante mayo. El Sur de la Mesopotamia ya cubrió las marcas normales y en el desarrollo de esta primera quincena, este comportamiento ganaría un territorio mucho más vasto.
El cambio del patrón pluvial del mes de abril, ha quebrantado el panorama de normalización que se presentaba a finales de marzo y principios del mes pasado. Las lluvias normales no hubiesen bastado para conformar el escenario acomodado, por sectores holgados con que arrancará la fina.
Se preveía una situación mucho más ajustada que la que finalmente se está concretando. Esto es favorable en tanto y en cuanto las precipitaciones se encausen en la segunda parte de mayo o las anomalías no sean tan significativas en volumen.

CONCLUSIONES

De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:


1. El cierre del otoño y la primera parte del invierno definirá un escenario con precipitaciones normales o superiores a las normales en gran parte de la región pampeana. Durante mayo no se esperan cambios significativos de masa de aire y esto ya condiciona hacia arriba el comportamiento de las lluvias. El intenso calentamiento del Atlántico parece instalado y persistente, lo cual ayuda a definir esta evolución hacia un escenario húmedo.
2. El este el NEA y el centro norte de la Mesopotamia parecen ser las zonas más proclives a quedarse limitadas en la recuperación de lluvias. Sobre las zonas agrícolas del NOA, las lluvias aún durante lo que resta de mayo pueden seguir siendo favorables.
3. La temperatura media del próximo trimestre (M-J-J) se ubicaría en lo normal o ligeramente por encima de lo normal en promedio. Igualmente se irán concretando esporádicamente irrupciones de aire frío, pero con una frecuencia posiblemente menor a la normal para el trimestre.

COSECHA DE SOJA DE PRIMERA

Figura 4: Avance de cosecha de soja de primera y rendimiento promedio por zonas en la provincia de Entre Ríos.

En Entre Ríos se cosechó el 73 % (670.000 ha) de la superficie sembrada con soja de primera que fue de 917.700 hectáreas (ha). En la Figura 4 se puede apreciar el avance y el rendimiento promedio de la soja de primera por zonas en la provincia.
El rinde promedio provincial se sitúa en 1.100 kg/ha. Hasta el momento, esto equivale a una caída con respecto al año pasado del 62 % (-1.819 kg/ha). Cabe recordar que el rendimiento promedio en el ciclo 2016/17 se ubicó en 2.919 kg/ha.
Además se estima que aproximadamente el 2 % (20.000 ha) del área corre serios riesgos de no ser cosechada. Estas hectáreas padecieron:
- Sequía entre enero y marzo (lo cual generó una drástica caída del rendimiento)
- Lluvias excesivas, asociadas a elevada temperatura y humedad atmosférica (que están afectando la calidad del grano).
De mantenerse las actuales condiciones (rendimiento promedio y superficie perdida), la producción de soja de primera se posicionaría alrededor de 987.000 t. Esto representa una caída interanual del 65 %, es decir una merma de aproximadamente 1.833.000 t. El ciclo 2016/17 tuvo una producción de soja de primera de 2.819.860 t.

La persistencia de las precipitaciones no sólo impide al productor cosechar la producción de la oleaginosa, sino que también está ocasionando graves daños en la calidad comercial del grano.
En las siguientes fotografías se puede observar como está afectando el exceso de humedad al cultivo de soja, que dió como resultado la germinación o brotado de las semillas con el cultivo en pie, apertura o dehisencia de vainas y manchas oscuras en vainas que indican la posible presencia de patógenos en las mismas.


Fotos: daños en el cultivo de soja, gentileza del productor Alfredo Gutierrez.

COSECHA DE SOJA DE SEGUNDA

Figura 5: Avance de cosecha de soja de segunda por zonas en la provincia de Entre Ríos.

El avance en la cosecha de soja de segunda se ubica en el 37 % (106.000 ha), sobre un total implantado de 291.700 ha. En la Figura 5 se puede apreciar el avance por zonas.
El rendimiento promedio provincial se ubica en 740 kg/ha, lo cual marca una caída con respecto al año pasado del 69 % (1.674 kg/ha), ya que en el ciclo 2016/17 la soja de segunda tuvo un rinde de 2.414 kg/ha.
Al igual que para la soja de primera se estima que aproximadamente el 2 % (6.000 ha) del área perdería debido a la baja expectativa de rinde.
Si se mantienen estas variables (rendimiento y superficie perdida), la producción de soja de segunda se ubicaría alrededor de 211.000 t, lo cual generaría una caída del 62 % (350.000 t).
En conclusión, de mantenerse estas proyecciones en soja de primera y de segunda, la producción en el ciclo 2017/18 se posicionaría en 1.198.000 t. Por lo tanto, la provincia tendría una pérdida cercana a los 2.183.000 t en la producción de soja, es decir un 65 % menos con respecto al ciclo 2016/17.

PERSPECTIVAS DE SIEMBRA DE TRIGO PARA LA CAMPAÑA 2018/19

Las primeras proyecciones muestran que la intención de siembra de trigo en Entre Ríos sería superior a la del año pasado.
En el transcurso de las últimas cuatro semanas, el escenario para la siembra de trigo 2018/19 experimentó un cambio importante.
A principios de abril, Entre Ríos estaba dominada por un escenario de sequía, lo cual era una seria limitante para la implantación del cereal. Las reservas hídricas eran inexistentes y en consecuencia, las expectativas de rendimiento para el trigo eran muy bajas.
Afortunadamente, hubo una gran reactivación de las lluvias en las últimas cuatro semanas que dio un vuelco a la situación hasta llegar al extremo de contar con un predominio de excesos hídricos.
Por otra parte, el precio disponible del trigo tuvo un incremento considerable en abril, hecho que también se ve reflejado en una atractiva cotización del precio a futuro (noviembre – diciembre).
No obstante, existe una importante limitante, la falta de financiamiento.
El productor entrerriano está finalizando la campaña 2017/18 que le generó un pasivo muy difícil de soportar y no cuenta con recursos para cubrir las deudas pendientes.
En pocas palabras, existe un escenario propicio para la siembra de trigo y el agricultor anhela salir de esta crisis en la que está inmerso de la única manera que sabe: produciendo. Pero lamentablemente, no dispone de las herramientas financieras que contemplen su actual situación.