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últimas 4 semanas 
Dada la época del año, la sobreabundancia de lluvias de finales de mayo y la posterior persistencia del ambiente húmedo, permitió que los suelos incorporen en forma eficiente la carga pluvial, más allá de los excesos iniciales.
Durante las últimas dos semanas no se han registrado precipitaciones. Los registros que detectan las estaciones automáticas, quedan vinculados a lloviznas o condensaciones menores, pero no ha habido eventos pluviales medibles con instrumentos convencionales.
Ayer se observó una circulación de aire del sector sudeste, asociada a un sistema de baja presión ubicado en la salida del estuario del Río de la Plata. Esto generó cierto potencial pluvial y se concretaron algunas lluvias en los departamentos del oeste y del norte provincial, en general con registros que no superaron los cinco milímetros.
Como podemos ver en el mapa, las reservas de humedad se mantienen mayoritariamente en niveles óptimos, ajustándose hacia el norte. Gran parte del centro norte de Corrientes, norte de SF y norte de ER, presentan esta situación hídrica más austera. No hay condicionantes de peso en las zonas donde la implantación de la fina es importante.
Si bien se espera que el ambiente se mantenga húmedo y con posibilidad de que los amaneceres con neblinas y bancos de niebla se vuelvan recurrentes, no se perfilan lluvias destacadas para los próximos días. Eventualmente entre el lunes y el martes próximo, las precipitaciones pueden reaparecer con milimetrajes bajos.
De mantenerse este patrón pluvial, en términos estrictamente meteorológicos, el mes de junio podría cerrar con registros por debajo de los valores normales. Dada la coyuntura hídrica que atraviesa la provincia, en términos agronómicos, esto no genera ningún impacto. Difícilmente tengamos un julio que se repita en lluvias escasas.
En la provincia de Entre Ríos se ha dado inicio a la cosecha de maíz tardío y de segunda, que abarca una superficie total de 65.800 ha para la campaña 2022/23. Hasta el momento, el avance en las labores de cosecha se sitúa en un 13%. Sin embargo, es importante destacar que el progreso general se ve condicionado por la elevada humedad del grano, lo cual puede afectar el ritmo de trabajo.
Por esta situación, se estima que las tareas de cosecha se extenderán durante los meses de julio y agosto, con el objetivo de poder completarlas.
Figura 1. Cultivo de colza. A. Martias Fernández B. Ing. Agr. Gabriel Busson
En la provincia de Entre Ríos, durante el ciclo 2023/24, se ha destinado un área total de aproximadamente 16.250 ha para el cultivo de colza y carinata. Ésta última abarca alrededor de 7.000 ha, mientras que las 9.250 ha restantes, corresponden al cultivo de colza. Figura 1.
El estado fenológico se sitúa desde dos pares de hojas los últimos lotes sembrados hasta roseta.
En términos generales, la condición de estos cultivos a nivel provincial se distribuye de la siguiente manera:
- Muy buena 12 %
- Buena 41 %
- Regular 47 %
- Mala 0 %
Los colaboradores han informado que la condición regular se refiere principalmente a los lotes que fueron sembrados en fechas tardías, los cuales han experimentado una tasa de crecimiento más lenta debido a las heladas y, en algunos casos, la muerte de plantas. Es importante destacar que se han realizado resiembras en algunos sitios afectados.
Figura 2: Cultivo de trigo. A. Ing. Agr. Emiliano Medail.
La siembra de trigo en la Entre Ríos alcanzó un 70 % sobre una intención inicial de 600.000 ha para el ciclo 2023/24.
En cuanto a las fechas óptimas de siembra para cada ciclo del cultivo, se logró cumplir en mayo con los ciclos largos, mientras que en lo que va del mes de junio se están sembrando los ciclos intermedios a cortos y cortos.
El estado fenológico se ubica desde emergencia hasta macollaje, con buenos nacimientos en general, a excepción de algunas zonas donde las heladas afectaron y podrían requerir una resiembra, Figura 2.
Figura 3: Cultivo de lino. Ing. Agr. Luis Micheloud
A un mes del inicio de la implantación de los primeros lotes de lino, la siembra alcanzó un avance del órden del 50%. Para la presente campaña, se estima que el área destinada al cultivo de lino podría ser menor en comparación con la campaña anterior, la cual abarcó 12.200 ha.
En general se logró muy buena implantación del cultivo, densidad de plantas y buen desarrollo de las mismas. El estado fenológico se ubica desde emergencia a seis pares de hojas desarrolladas. Figura 3.
No obstante, los colaboradores han reportado que las heladas consecutivas afectaron a las plantas, generando daños. Asimismo, se llevan a cabo controles de hormigas, ya que éstas tienen un impacto significativo en el establecimiento adecuado del cultivo.
