La última semana no ha presentado grandes variantes en las condiciones meteorológicas respecto de lo que venía mostrando mayo. Hemos cerrado una quincena donde los altos valores de humedad relativa se han impuesto con persistencia en promedios muy elevados que, independientemente de los eventos pluviales, siempre han favorecido los amaneceres con nieblas o con un fuerte nivel de rocío, el cual en muchas ocasiones es tomado por las estaciones automáticas como un mínimo registro pluvial. Estos aportes menores sostienen la humedad superficial de los suelos, aún donde en las últimas semanas la provincia viene mostrando sectores con bajos niveles acumulados de lluvia.
A lo largo de la última semana, el período de mayor inestabilidad se observó cambiando del domingo para el lunes. Por entonces se observaron algunos desarrollos nubosos que avanzaron desde el centro de SF, se afincaron con eficiencia en el departamento La Paz y desde allí proyectaron una influencia desorganizada hacia Feliciano y Villaguay. Hubo zonas con acumulados superiores a los 20 milímetros, pero como se observa en el mapa, las precipitaciones decrecen a valores muy modestos del centro para el sur y hacia el noreste de la provincia. Aquí los milimetrajes quedaron en general por debajo de los 10 milímetros, mismos que en muchos casos se sumaron a lo largo de varias jornadas de lloviznas dispersas y alternadas que se fueron concretando con el correr de los días, siempre bajo la presencia de nubes bajas dispuestas a generar este tipo de precipitación. La insolación fue pobre y debido a los largos períodos con coberturas nubosas, la amplitud térmica también se vio disminuida. El comportamiento térmico en general se viene presentando con pocas variantes, pero con tendencia a superar los valores normales.
Entre mañana y el sábado reaparecen las lluvias.

El balance hídrico se ha visto algo resentido en la última semana a pesar del ambiente húmedo y las complicaciones que el mismo trae para terminar las tareas de cosecha.
Debemos aclarar que en el cálculo del balance no es posible evaluar la mínima pérdida de humedad que vienen sufriendo los suelos en las últimas semanas, aun a pesar de que en el centro sur de la provincia ha llovido poco. Si consideramos que la mayoría de los campos ya están en barbecho o con rastrojos que fortalecen la conservación de humedad en las capas superficiales, el cálculo del balance para una pastura, puede estar subestimando la disponibilidad de humedad real. Es altamente probable que el perfil de suelo y la capa superficial cuente con la humedad necesaria como para arrancar la fina. Eventualmente la necesidad de precipitaciones es baja y en todo caso puede ser satisfecha en el corto plazo. En conclusión, si bien el mapa presenta una zona extendida en el sur donde las reservas han caído a un nivel regular, esto no es un indicador preocupante para las siembras, solo está marcando una disponibilidad de humedad algo inferior respecto de entornos más sobrados que se observan en la provincia.
Entendemos que si en las próximas dos semanas las lluvias toman los departamentos del sur con una oferta del orden de los 20 milímetros, la capa superficial estará en óptimas condiciones para la siembra. Este escenario no es demasiado exigente e incluso puede comenzar a cumplirse este fin de semana. Igualmente a esta altura del otoño sería favorable que las masas de aire frío comiencen a llegar con mayor presencia sobre la franja central, la continuidad del aire húmedo puede generar un riesgo aumentado de que se vuelvan a observar eventos pluviales destacados.

El siguiente cuadro compara los datos estadísticos finales de trigo, colza, lino, girasol y arroz de las dos últimas campañas agrícolas en Entre Ríos.

En base a consultas efectuadas a la Red de Colaboradores se estimó un avance en las labores  que se sitúa alrededor del 95% sobre un área implantada de 1.136.900 ha, requiriéndose escasos días para poder concluir con la cosecha.
En relación al rendimiento promedio provincial se detectó una leve caída, posicionándose el valor muy próximo a los 2.500 kg/ha, existiendo una proyección para la producción de la soja de 1era de 2.800.000 tn.

En relación al reporte de la semana pasada se detectó un progreso de 15 puntos porcentuales en el avance de la trilla de la soja de 2da, estimándose que al día de la fecha se ha trillado el 75% del área implantada.
El rendimiento promedio experimentó una disminución de 100 kg/ha, posicionándose actualmente en 2.400 kg/ha; por lo tanto la producción de soja de 2da rondaría en 500.000 tn.
En el Mapa 1 se muestra el grado de avance y el rinde promedio alcanzado en cada sector.

El área total implantada con sorgo en la campaña 2013/14 fue de 120.000 ha, de las cuales el 17% se corresponde con sorgo forrajero (20.400 ha), estimándose que aproximadamente el 3% es empleado para la elaboración de silo grano húmedo para consumo animal (3.600 ha); en consecuencia el área a destinada a cosecha se aproxima a las 96.000 ha.
Por otra parte, en el ámbito provincial de las 96.000 ha se estima un avance en las labores de trilla  del 75%, es decir que ya se han cosechado aproximadamente 72.000 ha con un rendimiento promedio que se sitúa alrededor de 4.400 kg/ha; previéndose que la producción rondaría en 422.000 tn.
En el Mapa 2 se muestra el grado de avance y los rindes de sorgo por sector.

En los últimos siete días prácticamente no se han modificado los valores promedio de las marcas térmicas que, en general, se mantuvieron por encima de los registros típicos estacionales y con poca variación a lo largo del período. Las temperaturas máximas, aunque con una muy leve disminución, se han mantenido altas para la época, en torno a los 24ºC y las mínimas, salvo en algún caso puntual como las localidades de La Picada o Colonia Carrasco han superado ampliamente los 8ºC.

Este período ha mantenido las condiciones generales que se han presentado durante las últimas cuatro semanas, en general con clima muy húmedo, condiciones de inestabilidad y precipitaciones aisladas y de distribución espacial muy dispar. El alto contenido de agua en la atmósfera sostuvo valores muy altos de  Humedad Relativa y cantidad de horas de Mojado foliar acumuladas y el elevado índice de nubosidad y neblinas matutinas continuaron desmejorando la tasa de Radiación Solar media registrada a lo largo de la semana, que en el mejor de los casos apenas logró superar los 600 W/m2 de máximo cenital diario.