Respecto del panorama que se presentaba la semana pasada, las condiciones hídricas de la provincia no se han modificado de manera importante. El extremo norte y el centro sur han logrado sostener el buen nivel de reservas, observándose entre estos dos sectores una diferencia apreciable.
Si bien la pérdida de humedad es lenta en esta época del año, las zonas más secas del sur de La Paz, Federal y el norte de Villaguay comienzan a unificarse en corredores que insinúan un estado de sequía y configuran la zona con mayor demanda de agua dentro del territorio provincial. Es importante remarcar que el estado actual que ostenta la zona, deviene de un patrón seco fundado en las escasas lluvias de mayo, y que luego encontró continuidad en lo que va del invierno. Hemos mencionado en informes anteriores que para revertir este proceso de desecamiento y aún siendo invierno, la zona requiere al menos treinta milímetros de lluvia. Considerando lo manifestado respecto de la tendencia pluvial para el mes de julio, no alentamos expectativas favorables para que esta zona compartida de los tres departamentos del noroeste vea satisfecha esta demanda. Tampoco llamaría la atención que las reservas escasas progresen sobre el resto de Villaguay y el norte de Paraná.
El escenario no es para alarmarse, lógicamente tampoco es alentador principalmente para los productores de La Paz, sin embargo esta situación fue consolidándose en forma lenta y posiblemente con buen manejo algunos productores hayan logrado conservar el agua de una mejor manera que la que evidencia el cálculo del balance hídrico. La evolución de las reservas para el resto del mes de julio seguramente mostrarán un fortalecimiento de este franja seca interrumpiendo dos sectores más húmedos en el norte y en el sur. El paso pluvial del invierno no es un indicador de lo que podría suceder en el comienzo de la primavera.