El balance hídrico calculado a las 9 hs de ayer, tiende a copiar el comportamiento de las lluvias del mes de abril, observándose las reservas adecuadas u óptimas mayoritariamente desplazadas al norte de la provincia. Teniendo en cuenta que del centro para el sur son muy escasas las localidades que han logrado sumar 30 milímetros en lo que va del mes, es lógico que los retrocesos de humedad más importantes se concentren en esta región.
Como decíamos la semana pasada un nivel de reserva que califica como regular no representa, a esta altura de la campaña, una situación de riesgo. Es claro que disponibilidad hídrica no es la normal para la época dado que, por lo general, el mes de abril debe aportar las lluvias necesarias como para sostener el perfil con un nivel de humedad, al menos, adecuado. En muchas ocasiones decimos que los mapas de reserva de humedad para pradera, plantean el escenario hídrico más exigente. Es decir, es muy probable que un lote cosechado recientemente y con rastrojo, ostente una disponibilidad hídrica más adecuada.
Las escasas lluvias del mes de abril en el centro sur de ER, pueden proyectarse sin demasiadas variantes hacia el oeste, abarcando gran parte de la zona agrícola de CB, donde en algunas zonas del sudoeste las lluvias han sido más generosas. Este corredor de lluvias modestas que incluso toman gran parte del norte de BA, comienzan a definir las perspectivas para el invierno y por ende para la fina. Para el oeste de esta franja con reservas regulares, será fundamental lo que suceda en la primera quincena de mayo. Para el este de SF, el norte de BA y la provincia de ER, el margen es mayor, dado que incluso durante el mes de junio pueden darse precipitaciones para recuperar reservas superficiales.
Volviendo al ámbito provincial, entendemos que las condiciones para el inicio de la fina serán favorables.