Las reservas adecuadas se generalizan en gran parte de la provincia. Aparecen algunos excesos sobre el noreste producto de la sobreoferta de agua que se concretó en la zona. Por lo pronto este sector es el más expuesto a la posibilidad de que se sostengan los suelos saturados o con anegamientos temporarios.
Considerando las condiciones actuales como ambiente de partida, no son necesarias lluvias abundantes como para que este estado prevalezca durante las próximas dos semanas, posiblemente durante todo abril. Si tenemos en cuenta que, salvo los cultivares de segunda, ya no hay coberturas con demandas hídricas destacadas, la pradera de referencia puede estar incluso subestimando la disponibilidad de humedad. Es decir, podríamos plantear que en los lotes cosechados, con un buen manejo de la humedad disponible en la actualidad, solo bastarían precipitaciones del orden de los 30 milímetros para conservar un nivel de humedad aceptable para el inicio de la fina.
De concretarse esta hipótesis, estaría resuelto el aspecto hídrico para decidir eventuales siembras de trigo. No obstantes esto y como viene observándose en las últimas campañas los aspectos comerciales tendrán un peso muy importante a la hora de definir si se sostiene el área triguera en la provincia, o si se observa una reducción de la misma.
Fuera del ámbito de la provincia de ER, la cosecha de soja viene avanzando a paso rápido en las otras provincias del centro y en el norte de BA. En CB, los rindes son en general inferiores a los valores normales, proyectando una importante merma de la producción de la oleaginosa. La situación en SF es más variada, no tan decididamente hacia abajo, pero tampoco superando los rindes normales. Un análisis somero de estos resultados primarios parece adelantar que lo más probable es que la producción no supere los 44 millones de toneladas a nivel nacional.