INFORMES SIBER

INFORME SEMANAL Nº 821
PRECIPITACIÓN ACUMULADA DESDE EL 27 DE JUNIO AL 3 DE JULIO DEL 2018

últimas 4 semanas

Las últimas jornadas del mes de junio transcurrieron con un retroceso de las condiciones ambientales frías, invernales, que tendieron a predominar cuando analizamos  el recorrido de todo el período. Con el avance de aire templado y húmedo, las condiciones del tiempo no tardaron en inestabilizarse. Sin embargo, podemos decir que las zonas más susceptibles a esta inestabilidad de invierno se concentraron en áreas típicas del centro norte de la Mesopotamia, donde comúnmente quedan ancladas las masas de aire con mayor potencial pluvial. Marginalmente algunas de estas lluvias llegaron a la provincia de ER.
La transición  de las últimas jornadas de junio para julio se caracterizaron por mostrar una débil circulación de aire desde el noreste, la cual aportó la humedad necesaria como para que se concretara algún sistema precipitante. Con el avance de un sistema frontal frío durante el domingo, la inestabilidad aumento y las precipitaciones comenzaron a llegar en el cambio hacia la jornada del lunes.
En el mapa se observan las precipitaciones que se acumularon principalmente en el arranque de la semana. En algunas áreas la oferta de agua fue generosa, con sectores reducidos donde se formaron tormentas que lograron quebrar el piso de los cuarenta milímetros. Como puede observarse, las lluvias fueron muy modestas en los departamentos del sur y el oeste, salvo bolsones donde los registros lograron superar los diez milímetros.
Los días nublados que se vienen sucediendo, deberían converger en precipitaciones durante el viernes. Para entonces un nuevo sistema frontal inestabilizará la masa de aire y las lluvias deberían desplegarse en gran parte de la provincia. Es posible que en esta ocasión, los departamentos del sur logren una cobertura con milimetrajes más generosos.

ESTADO DE LAS RESERVAS AL 4 DE JULIO DEL 2018

últimas 4 semanas

Si bien las lluvias más importantes de estas primeras jornadas de julio se observaron del centro para el noreste de la provincia, las reservas de humedad se mantienen como piso en niveles adecuados en toda la provincia, con excepciones en el norte de La Paz.  El balance se refleja en reservas excesivas en los departamentos que se van del centro para el este donde las lluvias promediaron registros de entre veinte y treinta milímetros.
Seguramente aunque menores, las lluvias de comienzo de semana han humedecido la capa superficial en las áreas más importantes para la fina en la provincia, en este sentido podríamos concluir que la disponibilidad de humedad para la evolución de los cultivos tiende a ser óptima.
Posicionando este mapa como condición de partida para el mes de julio, entendemos que la demanda de agua no es significativa como para que el nivel de humedad se mantenga en niveles favorables.
Dado que la atmósfera presenta un mínimo nivel de exigencia y los cultivos aún no presentan demanda, con lluvias relativamente modestas este patrón hídrico tenderá a sostenerse.
 El mes de junio cerró con precipitaciones inferiores a las normales en toda la provincia. Recordamos que durante junio lo normal es que se acumulen al menos cuarenta milímetros. Este nivel de precipitaciones en general estuvo muy lejos de concretarse. Sin embargo, el nivel de humedad no se vio afectado, fundamentalmente porque había que resolver los excesos que todavía se traían del mes de mayo. Hoy vemos que aun  viniendo de un junio seco, julio arranca con un contexto que no define complejidades para el desarrollo de los cultivos o las tareas agrícolas.

PROYECCIÓN DE SIEMBRA DE MAÍZ PARA EL CICLO 2018/19

La siembra de maíz para el ciclo 2018/19 tiene una tendencia a igualar o bien a incrementar levemente el área implantada en el ciclo 2017/18 que fue de 316.400 hectáreas (ha). Esta área incluye tanto al maíz de primera como al de segunda y/o tardío.
Si bien aún faltan dos meses para iniciar la siembra de maíz de primera en la provincia, los semilleros indicaron que hasta la fecha las ventas en la precampaña se la puede calificar como buena. Estas ventas se direccionaron fundamentalmente a los productores grandes, en cambio el productor mediano y pequeño no ha definido su posición debido a que tiene limitada su financiación. 
Otro factor que puede influir de manera positiva en el área de maíz es la faltante de semilla de soja, asociada al aumento de su precio, dado que las lluvias ocurridas en los meses de abril y mayo afectaron su calidad.
Con respecto al precio de la bolsa de maíz, el mismo se mantuvo sin grandes variaciones respecto al año pasado.
Por otra parte, el Servicio Meteorológico Nacional informó que: "de acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en el trimestre julio-agosto-septiembre (JAS) 2018 se prevén condiciones neutrales con un 55 % de probabilidad de ocurrencia. Hacia fines del invierno y durante primavera aumenta la probabilidad de que se desarrolle un Niño". Lo cual históricamente aporta un mayor monto en las precipitaciones estivales y esto se asocia directamente con mejores perspectivas de rendimiento.
Cabe destacar que la inclusión de maíz en la rotación contribuye a mejorar la estabilidad del sistema de producción, a mantener la calidad de los recursos y el potencial productivo de nuestros suelos y también es uno de los insumos principales en la producción avícola y porcina de Entre Ríos.

TENDENCIAS CLIMÁTICAS

Con la entrada al trimestre frío las temperaturas del Pacífico Ecuatorial central han evolucionado sin mayores novedades. Si bien es cierto que respecto del mes pasado, puede reconocerse una tendencia positiva de la anomalía de la temperatura superficial del mar sobre la línea ecuatorial, la misma es insignificante como para consolidar una salida a un escenario Niño durante la primavera. No obstante y a pesar de su modestia, este muy incipiente calentamiento aleja la posibilidad de un semestre cálido bajo un episodio La Niña, algo que, aun visto desde julio, generaría un sinfín de especulaciones acerca de un potencial escenario negativo para el desarrollo de la gruesa. A esta altura del año, la lectura correcta que podemos hacer de este indicador de escala global, es que es prácticamente nula la posibilidad de que sobrevenga un enfriamiento en las aguas del Pacífico central. Queda por ver si la neutralidad que domina la condición actual se mantiene o evoluciona hacia un calentamiento.


Por otra parte, las aguas del litoral Atlántico, muestran una tendencia hacia la normalización, al menos sobre la zona de mayor importancia, es decir la costa brasileña y uruguaya. Esta condición térmica del Atlántico mantiene lejos la posibilidad de que el resto del invierno se vuelva muy húmedo o que se reproduzca una condición similar a la observada durante el invierno pasado, donde la sobreabundancia de precipitaciones fue importante.
Desde mediados del mes de mayo las lluvias han mostrado un retroceso significativo. Sin dudas esto queda asociado al cambio de circulación en la transición del otoño para el invierno. La misma se dio con importantes irrupciones de aire polar que favorecieron el retroceso del aire tropical hacia fuera de la región pampeana. La recuperación de la circulación del noreste ha sido ocasional y no ha logrado imponerse. El invierno se viene ajustando a un patrón térmico esperado, mucho más frío que el del año pasado.
Para el resto del trimestre frío la clave para la evolución del clima vendrá dada por el comportamiento de la circulación. Como hemos visto durante junio se dio un mes seco debido a que prevalecieron los vientos del oeste sudoeste. Sin embargo la transición hacia julio viene siendo fría, pero más húmeda, con vientos predominando del este y del sudeste.
Si el cambio observado recientemente se sostiene, el mismo se verá reflejado en un patrón con mejor oferta de agua, no sobrada, pero con mejor nivel de lluvia que junio. Nuevamente durante el mes de julio, lo normal es esperar precipitaciones del con piso en los cuarenta milímetros que crecen hacia el noreste hasta unos sesenta milímetros. Es posible que este período tienda a lograr estas marcas pluviales. Si se valida este patrón el ingreso al mes de agosto sería bajo condiciones similares, con buena provisión de agua pero sin eventos sobre abundantes que puedan generalizar excesos.
En cuanto a temperaturas, se espera que el resto del invierno se presente en general más frío que el del año pasado, pero sin que se perfilen condiciones rigurosas sostenidas. Es decir, se espera una evolución térmica más cercana a los valores estadísticos.
Los indicadores que se pueden monitorear para delinear el contexto en que se moverán las dos principales variables, parecen inclinarse por una situación de lluvias normales o ligeramente superiores a los valores estadísticos y con temperaturas más frías que las observadas el invierno pasado. Estas circunstancias son favorables para el desarrollo de la fina.