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Finalmente, las lluvias de buen porte reaparecieron en gran parte de la zona núcleo, alcanzando con buena performance el centro Sur de la provincia y perdiendo eficiencia hacia los departamentos del centro Este y el Norte del territorio entrerriano.
Las jornadas previas a la llegada del frente del pasado sábado se caracterizaron por el arribo de una importante masa de aire tropical, la cual fue acumulando energía en forma de calor latente debido a las altas temperaturas imperantes. Hacia el final del sábado el frente ya generaba importantes desarrollos nubosos y un vasto despliegue de tormentas que se movían dentro de líneas desde el centro este de CB hasta el sudeste de BA. La superficie frontal se fue trasladando durante la madrugada del domingo hacia el sur entrerriano, los procesos de condensación liberaron la energía previamente almacenada y se fueron desarrollando las celdas de tormenta. El sudeste de la provincia fue el epicentro de las principales tormentas.
En el mapa quedan representadas las lluvias observadas durante el miércoles 13, la madrugada del domingo y las más recientes del último martes. El evento principal fue sin dudas el asociado al pasaje frontal de la madrugada del domingo, pero debemos destacar como positivo la alternancia de estas lluvias frontales con otras provocadas por mecanismos alternativos. Este es el funcionamiento necesario para lidiar con la alta demanda de los cultivos de verano y en general para mantener reservas próximas a valores normales.
Normalmente podríamos considerar como satisfactorias lluvias del orden de cuarenta milímetros semanales, sin embargo, el atraso pluvial de noviembre y gran parte de la primera quincena de diciembre, forzó el aumento de la demanda y consecuentemente sólo los acumulados que lograron superar la barrera de los setenta milímetros ingresan en la categoría “satisfactorios”.
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El balance hídrico permite dimensionar en términos de humedad del suelo el significado de la calificación satisfactoria que hemos asignado a las lluvias. Claramente ha retrocedido la sequía en el centro Sur de la provincia, pero sólo el sudeste logró que el balance evolucionara hasta niveles adecuados, incluso óptimos. En la zona donde el balance tuvo el mayor cambio, las lluvias tuvieron picos superiores a los 90 milímetros. De este modo y considerando el arrastre deficitario, este es el volumen que pasó a ser el satisfactorio para resolver la situación precedente.
Con el mismo criterio y a pesar de que las precipitaciones sobre el sudoeste fueron generosas, el volumen quedó algo corto como para que se establezca una recuperación tan ostensible como la del sudeste. Igualmente el impacto positivo sobre las sementeras de maíz debe ser bien notorio, además de oportuno.
Hacia el Norte de la provincia el panorama se presenta más difícil. Con lluvias por debajo de los treinta milímetros la sequía no logró resolverse. Posiblemente el panorama no sea tan homogéneo como se presenta en el mapa, es decir, dentro de la zona que queda configurada como sequía, puede haber reductos con una mejor disponibilidad de agua en el suelo, sin embargo, sin dudas, treinta milímetros es poca agua.
La expectativa ahora esta puesta en la continuidad de la mejora del patrón pluvial. En las últimas horas ha llovido muy bien en el sur de CB y el sur de SF. Se espera que la zona frontal afecte la provincia de ER en lo que resta del día y el día viernes. Si nos basamos en los pronósticos, la oferta de agua no parece ser muy generosa, pero ya se han verificado sorpresas positivas en la provincia de CB. No se descarta entonces, que los modelos estén representando la situación prevista en términos deficitarios.
Figura 1: Distribución de la precipitación acumulada del 1 al 15 de diciembre del 2017 en Entre Ríos. Figura 2: Situación promedio de las reservas hídricas del suelo del 1 al 15 de diciembre del 2017 en Entre Ríos.
En Entre Ríos la primera quincena de diciembre se caracterizó por escasas precipitaciones y altas temperaturas.
La precipitación promedio en la provincia en los primeros 15 días de diciembre fue de 15 mm (es importante recordar que en diciembre el monto total esperado es de aproximadamente 120 mm, ver Figura 1).
El análisis de la distribución de la precipitación refleja que:
- 52 % del territorio tuvo un promedio acumulado de 7 mm
- 47 % del territorio tuvo un promedio acumulado de 23 mm
- 1% del territorio tuvo un promedio acumulado superior a los 30 mm
No hay que olvidar que octubre y noviembre tuvieron lluvias acumuladas inferiores a las esperadas. Por lo tanto, las escasas precipitaciones, el incremento de la temperatura y de la evapotranspiración generó un balance hídrico claramente negativo que tuvo como consecuencia la disminución de las reservas hídricas del suelo (ver Figura 2).
La situación promedio de las reservas hídricas en la primera quincena de diciembre fue:
- 21 % del territorio promedió una situación de sequía
- 47 % del territorio promedió una situación de transición entre reservas escasas a sequía
- 25 % del territorio promedió una situación de reservas escasas
- 7 % del territorio promedió una situación de transición entre reservas regulares a escasas.
Figura 3: Comportamiento de la temperatura mínima y máxima del 1 al 15 de diciembre del 2017 en Entre Ríos. Fuente: Red de centrales meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
En la Figura 3 se detalla el comportamiento de la temperatura máxima y mínima obtenidos a través de la Red de Centrales Meteorológicas Automáticas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
El promedio de la temperatura mínima fue de 17 oC, mientras que el promedio de las máximas se ubicó en 32,4 oC, con un promedio de amplitud térmica de 15,4 oC.
Es importante mencionar el hecho de que se contabilizó un total de seis días con temperaturas iguales o superiores a los 35 oC.
El pico máximo se registró el miércoles 13 de diciembre con un promedio de máxima de 37,2 oC y una permanencia por encima de los 35 oC, que osciló entre ocho horas en el extremo Norte a tres horas en el extremo Sur del territorio.
Este escenario climático tuvo un impacto negativo fundamentalmente para el maíz, ya que aproximadamente el 80 % del área implantada se encontraba dentro de su período crítico (± 15 días de floración).
En Entre Ríos se cosechó el 60 % de la superficie cultivada con lino que en el ciclo 2017/18 abarcó un área de 7.100 hectáreas (ha).
Los colaboradores reportan que a nivel de lote se han obtenido rindes mínimos de 400 kg/ha y máximos de 1.500 kg/ha. El rendimiento promedio provincial se sitúa alrededor de 800 kg/ha, lo cual equivale a una disminución del 36 % (444 kg/ha). El año pasado el rendimiento promedio se ubicó en 1.244 kg/ha.
De mantenerse este rendimiento promedio provincial, la producción se posicionaría alrededor de 5.680 toneladas (t), por lo que se generaría una disminución del 68 % en relación al ciclo 2016/17.
Figura 4: Imagen del satélite Lansat 8 OLI - Fecha 11/dic/2017. Figura 5: Imagen del satélite Lansat 8 OLI - Fecha 18/dic/2017.
En la provincia, la fenología de la mayoría de las arroceras se encuentran desde macollaje a diferenciación, aunque cabe mencionar que existen siembras muy tardías en las cuales se están aplicando riegos para favorecer la emergencia.
A partir de las consultas efectuadas a la red de colaboradores se determinó la condición general del arroz, que se resume del siguiente modo:
- 10 % muy buena
- 59 % buena
- 29 % regular
- 2 % mala
Los principales inconvenientes se relacionan con siembras tardías, y a pesar de que en algunos sitios se han logrado excelentes densidades, la floración y el llenado de granos se posicionará fuera de la fecha óptima (enero). Este hecho trae asociado un potencial de rendimiento inferior.
En la Figura 4 y 5 se muestra la evolución del riego y el desarrollo del cultivo de arroz. Las imágenes provienen del satélite Landsat 8 OLI, departamento Villaguay y abarca parte de los distritos Lucas Sur y Bergara y se emplearon las bandas 4, 5 y 6.
Los colores azules y negros corresponden a lotes donde se están efectuando riegos y el cultivo posee escaso desarrollo. Posteriormente, en la medida en que el arroz aumenta la cobertura del suelo, los colores se cambian hacia anaranjados a rojizos.
La campaña 2017/18 muestra una clara tendencia a reducir el área dedicada a la siembra de sorgo. La primera proyección ubica la intención de siembra en aproximadamente 84.000 ha, lo cual representaría una caída del 27 % (31.000 ha).
El estado fenológico es amplio, desde sitios donde están efectuando las tareas de siembra hasta los primeros lotes implantados que cuentan con seis a ocho hojas.
Los colaboradores informan sobre inconvenientes por escapes de malezas y con respecto a insectos plagas se detectan ataques de cogollero.
Figura 6: Girasol en floración, departamento Paraná. SIBER. Figura 7: Girasol en madurez fisiológica. Figura 8: Capìtulo con daño por loros. Ambas figuras del departamento La Paz. Gentileza del Sr. Cristian Vicente
El estado fenológico del cultivo abarca desde floración (Figura 6) a madurez fisiológica (Figura 7) .
En los lotes que han finalizado su ciclo, se aplicará desecantes para anticipar la cosecha y reducir de éste modo el posible daño por aves plagas.
Hasta el momento solo se evidencian pocas plantas dañadas por loros (Figura 8).
