El último procesamiento realizado con los datos aportados por la Red de Colaboradores del SIBER indican que el estado fenológico del cultivo abarca desde lotes en estado de elongación del tallo hasta comienzos de antesis, encontrándose la mayor parte del área triguera en espiga "embuchada".
El estado sanitario es bueno, manteniéndose el monitoreo por la presencia de "Mancha amarilla" y "Roya de la hoja" en la parte basal, conservando la hoja bandera y las dos inferiores una buena performance, por lo tanto son escasas las aplicaciones de fungicidas que se han realizado, fundamentalmente como preventivos.
Lo más preocupante han sido las heladas registradas en los primeros y últimos días de setiembre que han tenido efectos negativos en aproximadamente el 35% del área sembrada que se encuentra en inicios de antesis, provocando síntomas visibles como espigas atrapadas y coloraciones blancas sobre aristas y espigas, que seguramente producirán vaneo de granos, teniendo que esperarse algunos días para poder realizar la cuantificación de los mismos.
A continuación se transcribe parte de la Información preparada por el Ing. Agr. Carlos Coma para Red agro económica de administración de recursos.
Espiga “embuchada”
En este estado, los indicadores deben ser buscados en las vainas de las hojas bandera. Las heladas pueden condicionar la existencia de espigas “atrapadas” en éstas, que no podrán emerger normalmente. Cuando lo hacen, muestran formas retorcidas debido a que salen por los laterales (rompen las vainas) o por la vía normal, pero adelantando la emergencia de su base. Cuando las heladas ocurren estando las espigas emergiendo de sus vainas lo primero en afectarse serán las anteras. Por lo tanto, la flor no dispondrá de los mecanismos de producción de polen, será estéril y en consecuencia no formará grano.
Al analizar las anteras afectadas por helada, se observarán cambios en su color y forma. Cuando éstas son jóvenes, muestran coloración verdosa y si están afectadas por el frío tienden a retorcerse virando hacia el amarillo primero y a tonalidades blancas después. Las transformaciones aparecen dentro de las 48 horas de ocurrida la helada y a los cinco días se observarán tonalidades blancas y marrones. Durante este estado, la afectación de la helada determinará una moderada a severa pérdida de rendimiento.
Espigazón
La ocurrencia de una helada al momento de emergencia de las espigas o en espigas ya emergidas, a partir del séptimo día mostrará coloraciones blancas sobre las aristas y en las propias espigas. Esta situación resulta ser muy grave en espigas totalmente emergidas, como consecuencia de una mayor exposición y afectación sobre el número de espiguillas expuestas. Se observará la generalización de una clorosis o “blanqueo” y al inspeccionar se comprobará la muerte de las anteras. Otra evidencia de daño por heladas durante este período es el “anillo blanco” que aparece por debajo de las espigas que genera una potencial zona de fractura de caña. Durante este período, la caída potencial del rendimiento puede ser muy significativa como consecuencia de la esterilidad generalizada producida sobre un incalculable número de espiguillas afectadas.
Las fotos que se muestran a continuación fueron brindadas por el Técnico Agrónomo Daniel Galetto, colaborador del SIBER.