El balance hídrico permite detectar estos sectores donde las lluvias han sido más pobres. Son zonas inconexas entre si y que no responden a un patrón específico, dado que los sistemas precipitantes, principalmente los de principios de abril fueron muy generalizados. Como decíamos antes, estas zonas podrían evidenciar un balance aún más ajustado si se hubiesen dado condiciones atmosféricas más exigentes, mayor insolación o masas de aire seco persistentes tras los pasajes frontales.
Cuando se analiza el cierre de campaña, a grandes rasgos podemos decir que la provincia de ER, ha logrado buena parte del agua necesaria para el próximo paso. Es decir, por momentos las lluvias entorpecieron la cosecha, si no la pararon y como en la actualidad, el ambiente húmedo hace que se avance lento con los últimos lotes de soja. Sin embargo debemos remarcar que hoy no es un problema el agua si se piensa en hacer algo para la fina. Los perfiles tienen la carga de humedad necesaria, acopiada desde finales de enero hasta ahora. Es posible que haya algunos sectores con ligeras deficiencias superficiales; sin embargo, con lluvias menores esto se compondría.
El productor que está pensando en hacer algo para la fina, puede minimizar su preocupación en cuanto a la disponibilidad de humedad. Si bien es cierto que no está lloviendo demasiado del centro para el sur y ya desde hace varias semanas, los campos cosechados con rastrojo no pierden nada de humedad. Mientras perisista este ambiente donde dominan los amaneceres con nieblas, que en muchas ocasiones se transforman en nubes bajas que dejan algunas lloviznas o lluvias ligeras que suman algunos milímetros, una nueva campaña triguera podrá comenzar satisfactoriamente. Sería bueno que comiencen a llegar los fríos, algo que por el momento parece retrasado.