Con el importante ingreso de humedad durante el último fin de semana, comenzaron a definirse condiciones muy favorables para el evento pluvial que finalmente se concretó entre lunes y martes pasado. Como siempre decimos, la disponibilidad de humedad es un elemento necesario pero no definitivo para el despliegue de precipitaciones. Sin embargo en esta ocasión un importante eje de mínima presión en los niveles medios de la atmósfera  ingresó desde el oeste afectando la mayor parte de la  región pampeana y en forma menos eficiente el noreste del país.  Esta dinámica generó una zona de baja presión en superficie ubicada sobre el centro sur de ER, noreste de BA y las vecindades de SF. De esta manera la masa de aire templado previamente cargada de humedad se inestabilizó rápidamente facilitando importantes movimientos de ascenso que se reflejaron en vastas coberturas nubosas.
El centro sur de ER, fue una de las zonas más beneficiadas por este sistema de tiempo, aunque las lluvias fueron abundantes en todo el este de BA, centro sur de SF, alcanzando también, aunque en menor medida, el centro este y sudeste de CB.
Los abundantes datos que aportan los colaboradores del SIBER, permiten identificar con claridad la zona más activa, precisamente donde se encadenaron las celdas de tormenta que dejaron los milimetrajes más elevados. La ciudad de Lucas González, con 130 milímetros acumulados, se destaca como el máximo observado durante este evento. Este máximo está contenido dentro de una importante zona que desde el centro de Nogoyá se extiende hasta el norte de Gualeguay, con registros superiores a los 90 milímetros. El piso de los registros pluviales fue de 20 milímetros. En un solo evento, todo el centro sur de la provincia alcanzó o superó las lluvias normales del mes.

En el informe de la semana pasada precisábamos acerca de la alta probabilidad del regreso generalizado de las precipitaciones. Por entonces los máximos pluviales previstos se mostraban corridos hacia el norte de la provincia. El pronóstico fue validado, con un corrimiento hacia el sur de la zona más activa, lo cual para la zona triguera entrerriana es altamente favorable. 
Decíamos también que con 20 milímetros se satisfacían las necesidades hídricas de los cultivos implantados o de las pasturas. Pues bien, en vastos sectores del centro sur de la provincia, esta marca fue triplicada. Consecuentemente la sobreoferta de agua hoy se ve como excesos hídricos.
Las reservas en el sudoeste pasaron de la categoría regular - escasa a suelos saturados con anegamientos temporarios en un solo evento pluvial. No se observan zonas con reservas por debajo del nivel adecuado.  Este estado de humedad ya clasifica como muy por encima de los valores normales para la época en todo el territorio entrerriano. 
El agua ya no será limitante para el desarrollo de los cultivos por el resto del invierno y el comienzo de primavera. Partiendo de las condiciones actuales, sistemas precipitantes modestos mantendrán los suelos de las principales zonas agrícolas entrerrianas cercanos a la saturación. 
La situación más común para la zona triguera entrerriana en esta época del año es la que presenta perfiles cargados en profundidad y suelos cercanos a la saturación en superficie. Con tiempo muy frío y seco durante los próximos días esta situación se irá alcanzando progresivamente y los excesos se irán reduciendo. En realidad, es poco probable que se observen precipitaciones durante el resto de julio y las primeras jornadas de agosto.

El siguiente cuadro compara los datos estadísticos finales de trigo, lino, girasol, maíz, soja, sorgo y arroz de las últimas campañas agrícolas en Entre Ríos.

Prácticamente ha finalizado la implantación del cereal en el ámbito provincial. Una exhaustiva encuesta realizada con la extensa Red de Colaboradores del SIBER permite realizar una primera estimación de superficie, la cual será oportunamente corroborada con el procesamiento de  las imágenes satelitales provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
Los resultados muestran que, a pesar de que, la primera intención de siembra era alrededor del 20% menos que el ciclo agrícola anterior debido a la persistencia de la sequía de la campaña 2008/09 y al escenario financiero de inicios de 2009/10,  la oportuna ocurrencia precipitaciones a finales del mes de mayo que permitieron comenzar a recuperar los perfiles, la mejor relación precio del cereal-costo de los insumos y la concertación en precio y formas de pago de los arrendamientos fueron factores que revirtieron la planificación original, concluyendo la siembra con un área que ronda las  275.000 ha; lo cual indicaría un incremento de aproximadamente el 8% con respecto al ciclo agrícola anterior que cerró en 254.995 ha.
Con referencia al estado de los lotes, el reporte indica que la totalidad se ubica en el rango de “Bueno” a “Muy Bueno” y la fenología abarca desde germinación a inicios de encañazón, encontrándose la gran mayoría en macollaje.
A nivel nacional la ausencia de lluvias en las provincias de Córdoba, La Pampa, gran parte de Santa Fe y el oeste y sur de Buenos Aires han generado una importante caída del área triguera. Lo cual hace preveer, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, un final de campaña con 2.750.000 ha, ubicando la participación de Entre Ríos en el 10%, cabe acotar que este porcentaje es el mayor de los últimos 40 años.
La ventana de siembra del cereal prácticamente se ha cerrado, la región que muestra mejores condiciones para el desarrollo del trigo corresponden a Entre Ríos y el noreste y este de Buenos Aires, tal como puede observarse en el mapa de reservas hídricas de los suelos para la región pampeana, cual se relaciona directamente con el vigor de la vegetación generada a partir de imágenes del satélite Modis - Terra.

Faltando la concresión de escasos lotes también se da por finalizada la implantación de la oleaginosa en el territorio provincial.
Para el caso del lino la intención original se ha cumplido ya que finaliza la siembra con aproximadamente 38.600 ha, cifra que se ubica en un 159% más que el ciclo agrícola anterior que cerró en 14.850 ha.

Si bien el clima frío continuó presente durante los últimos siete días, las temperaturas, en general, no fueron tan extremas como en el período anterior. Las mínimas presentaron el cambio más significativo pues solo estuvieron levemente por debajo del 0ºC, casi seis grados mas altas que la semana anterior. Las máximas prácticamente no registraron cambios y se mantuvieron cercanas a los 18ºC en tanto la temperatura media diaria fue de 10ºC.

Las fuertes lluvias que se registraron en toda la región durante los últimos días de este periodo aumentaron sensiblemente la Humedad Relativa Ambiente. Debido al buen clima y al cielo despejado de los primeros días del mismo la disminución de la Tasa de Radiación solar no fue tan significativa y se mantuvo dentro de los valores históricos para el periodo invernal. También el registro de las horas de mojado foliar acumuladas se vio fuertemente incrementado a raíz de las  intensas precipitaciones, ubicándose en valores muy altos.