Si bien durante el jueves de la semana pasada los cielos aún mantenían coberturas de nubes bajas, las condiciones del tiempo mejoraron rápidamente como para que los suelos pudieran orearse, al menos hasta la jornada del lunes.
El fin de semana con altas temperaturas y buena insolación seguramente permitió retomar las tareas de siembra; sin embargo los altos niveles de temperatura y humedad iban derivando hacia un escenario propicio para el regreso de las lluvias. Por sectores aislados las primeras aparecieron en forma de llovizna cambiando para el lunes, aunque en la mayor parte del territorio las precipitaciones de mayor importancia se hicieron presentes desde la tarde noche del lunes y durante el martes 26. Incluso algunas lloviznas tardías quedaron en el norte comenzando el miércoles.
Los acumulados pluviales se resumen en el mapa. Aparece el departamento La Paz, esgrimiendo el máximo de este evento, con lluvias que en gran parte de este departamento superaron los 80 milímetros. Esta actividad se fue diluyendo hacia el este donde los milímetros fueron sustancialmente más modestos. Sobre el sur se aprecian corredores extendidos de oeste a este, con máximos en el departamento Diamante y una pobre oferta de agua sobre el extremo sudeste de la provincia. Este último sector ha sido a lo largo del mes el menos provisto, no obstante ha logrado las lluvias normales del mes. Claro está, al comparar ésta zona con el resto de la provincia, la misma queda muy relegada, recordando que en vastos sectores del norte se han acumulado precipitaciones que superaron los 300 milímetros. El contexto pluvial con que cierra noviembre es más que auspicioso en su resumen. Ahora ingresamos en un período cálido y seco que puede proyectarse hasta el jueves próximo.