La semana que estamos analizando y que alcanza hasta las 9 hs de ayer, se caracterizó por el desarrollo de dos eventos pluviales; quedando el último (observado entre lunes y martes) concentrado en los departamentos del norte provincial. El centro sur de la provincia fue afectado con mayor eficiencia por las lluvias que se concretaron entre jueves y viernes de la semana pasada, con algunas lloviznas en el comienzo de ésta.
En el mapa que muestra la distribución de lluvias se aprecia un máximo sobre el noreste provincial, sector que recibió precipitaciones en los dos eventos. El primero fue un pasaje frontal rápido, que como decíamos dejó lluvias en general menores a los 15 mm, definiéndose corredores más generosos en el departamento Paraná y zonas del sudeste de La Paz. Las condiciones del tiempo mejoraron rápido durante el fin de semana, generándose un crecimiento significativo de la temperatura y la humedad. Hacia el lunes la actividad ya era muy importante en el centro de la Mesopotamia y el NEA, situación que fue decantando hacia el norte entrerriano, dejando lluvias de destacadas principalmente en zonas del noreste, llegando con insignificantes lloviznas hacia el centro o el sur de la provincia.
La primera quincena ha sido sin dudas muy benéfica para la provincia de Entre Ríos. Dentro de un contexto de generalizada recuperación en la franja central de la región pampeana,  sobre territorio entrerriano se han dado zonas con sobreabundancia pluvial muy oportuna, fundamentalmente en el sector de los embalses arroceros. El resto de las zonas agrícolas han logrado incorporar al perfil el agua necesaria para cambiar en forma muy auspiciosa el arranque de la campaña gruesa, aun cuando por sectores las lluvias solo alcanzaron el régimen normal.

Las lluvias observadas durante la última semana han permitido mantener el perfil en niveles de reserva adecuados, posiblemente con algunas interrupciones temporarias en las labores de siembra. No llama la atención que la humedad se mantenga excesiva en el extremo noreste de la provincia, justo donde la oferta pluvial ha tenido mayor continuidad.
Dentro de este marco de reservas adecuadas, debe quedar claro que los lotes recién implantados cuentan con humedad óptima. Es decir, este balance hídrico debe considerarse como un escenario de mínima disponibilidad de agua e incluso en zonas bajas aún pueden darse problemas de piso. Como sea, la situación se ha modificado de forma más eficiente que la que era previsible a finales de octubre. Debemos recordar que en el pasado mes hubo algunos corredores que ya habían experimentado mejoras concretas, las cuales llamaban la atención porque no lograban expandirse territorialmente, afectando también el resto de la franja central.
La seca de comienzos de campaña, seguramente afectó la intención de siembra de maíz. Todo parece indicar que aquellos lotes que se habían destinado a ese cultivo finalmente pasarían a soja, sin embargo este no es un mal año para hacer experiencias con maíces tardíos. Obviamente dentro del actual contexto, donde el agua no es limitante para tomar decisiones de siembra, gana peso la ecuación económica y en este sentido es muy complejo competir con la oleaginosa.
Respecto del pronóstico, las lluvias podrían llegar del lunes para el martes al sudoeste de la provincia, pero no debe sorprender que la transición hacia diciembre sea más seca que el paso que venía mostrando el mes de noviembre.

El siguiente cuadro compara los datos estadísticos finales de trigo, lino, girasol, arroz, soja, sorgo y maíz de las dos últimas campañas agrícolas en Entre Ríos.

Al día de la fecha se estima que en la geografía entrerriana se ha implantado la mitad del área destinada a la producción de soja de 1era, es decir que se ha concretado la siembra de aproximadamente 580.000 ha, en base a una intención que se situaría cercana a 1.160.000 ha.
No obstante, es importante mencionar que al considerar una concreción de las labores del 50% se podría estar sobreestimando el área implantada; debido a que los excesos hídricos asociados a descensos térmicos han provocado la muerte de plántulas con efectos que van desde una disminución del stand de plantas hasta la pérdida total de lotes. Los Colaboradores mencionan que debido al costo que implica la resiembra, actualmente se está monitoreando la evolución de chacras que cuentan con una afectación moderada, para ver si es o no necesario efectuar resiembras.
En lo que respecta al estado fenológico se reporta un abanico que varía desde Ve (emergencia) hasta V4 (cuatro hojas totalmente expandidas). En el Mapa 1 se muestran los avances de siembra por zona.

Los productores entrerrianos se encuentran plenamente concentrados en la siembra de soja, esto ha generado que la implantación del sorgo se traslade a un segundo plano, razón por la cual en la última semana se detectó un progreso de tan solo 13 puntos porcentuales, lo cual equivale a un área de 9.500 ha.
El avance de siembra en Entre Ríos se ubica cercana al 84%, manteniéndose una intención de sorgo de 1era que rondaría en 75.000 ha.

Los productores entrerrianos comienzan a acelerar las tareas de trilla, habiéndose cosechado aproximadamente el 20% del área implantada. Al día de la fecha, se estima que el rendimiento promedio provincial se sitúa cercano a 2.500 kg/ha; no obstante se proyecta que en la medida que el avance sea mayor, el valor experimentaría graduales disminuciones.
Cabe destacar que el sector sur cuenta con el promedio de rinde más elevado (2.900 kg/ha), lo cual se relaciona directamente con la mayor cuantía de las precipitaciones registradas durante el ciclo del cultivo.
En el Mapa 2 se muestra el grado de avance y el rinde promedio por zonas.

En la geografía entrerriana se ha cosechado alrededor del 95% del área total implantada con colza, detectándose un progreso de 10 puntos porcentuales en el transcurso de la última semana.
El rendimiento promedio provincial no ha experimentado variaciones significativas, manteniéndose dentro de rango que fluctúa entre 900 kg/ha a 1.000 kg/ha.

El ingreso de un nuevo sistema frontal frío desde el sur de la provincia de Buenos Aires que se produjo durante los últimos siete días provocó condiciones de inestabilidad y un leve retroceso de las marcas térmicas, fundamentalmente de las mínimas, que oscilaron entre 10 ºC y 12ºC, aunque no tanto de las temperaturas máximas que fueron más homogéneas y alcanzaron valores superiores a 35ºC. Esta marcada amplitud térmica dio como resultado valores medios semanales cercanos a 22ºC.

Tal como viene ocurriendo en las últimas semanas, una vez más las precipitaciones estuvieron presentes sobre el territorio de Entre Ríos aunque; en esta oportunidad, en forma mucho más heterogénea y con acumulados sensiblemente menores. En este período la Tasa de Radiación Solar registrada se ajustó a la distribución de las lluvias y tuvo sus valores máximos en aquellas zonas donde las condiciones de inestabilidad fueron menores; aun así los valores, en general, pueden considerarse dentro de los parámetros normales para la fecha. Tanto la Humedad Relativa ambiente como la cantidad de horas de Mojado Foliar acumuladas tuvieron un leve descenso respecto de la semana previa ajustándose a los promedios estacionales.