La semana que comenzó el miércoles 17 se mantuvo con algunas precipitaciones menores y lloviznas que se proyectaron a las jornadas subsiguientes con tránsito alternado de nubes bajas que mantuvieron los niveles de insolación en valores reducidos. A partir del viernes una masa de aire polar comenzó a hacer sentir su presencia, lo cual rápidamente se tradujo en registros térmicos muy bajos en toda la provincia.
La semana quedó marcada por esta irrupción de aire polar, la cual tuvo una extensión amplia cubriendo todo el país e incluso tomando la zona agrícola del este de Paraguay y el sur de Brasil. Sobre Entre Ríos los amaneceres del domingo y lunes fueron los más rigurosos, aunque la sensación de frío se vio acrecentada en momentos en que el viento fue más intenso. Las temperaturas se ubicaron muy por debajo de los valores medios del mes de julio, aunque la franja mediterránea del país padeció con mayor intensidad el rigor ambiental.
Las reservas de humedad no se han modificado sustancialmente. Las mismas seguramente han retrocedido en los primeros centímetros de suelo, sin embargo el perfil se sostiene en niveles adecuados para el desarrollo de los cultivos de invierno, con mayor margen sobre el centro este de la provincia.
Las perspectivas para los próximos días presentan una tendencia firme pero lenta hacia la recuperación de los registros térmicos. La temperatura máxima tendrá un crecimiento más evidente, prevaleciendo los amaneceres fríos.
Por lo pronto no se proyectan precipitaciones y como se perfila la circulación para los próximos días, es altamente probable que el mes de julio ya no presente lluvias. De este modo habrá que esperar a los primeros días de agosto para saber como evoluciona la oferta de agua, sin que se observe una demanda perentoria en las áreas trigueras principales de la provincia.

El siguiente cuadro compara los datos estadísticos finales de trigo, lino, girasol, arroz y soja de las dos últimas campañas agrícolas en Entre Ríos.

Los productores han finalizado la siembra de trigo en la geografía entrerriana, detectándose un crecimiento del área con respecto al año pasado que oscilaría entre 20% al 25%, por lo tanto la superficie destinada al cereal en la campaña 2013/14 se situaría alrededor de las 200.000 ha. Las cifras definitivas del área implantada a nivel departamental se publicarán luego de procesar las imágenes satelitales correspondientes a los meses de setiembre y octubre momento en el cual el cultivo expresa su mejor respuesta espectral.
Los Colaboradores destacan que en la gran mayoría de los lotes se ha logrado una implantación que ha sido calificada de buena a muy buena, ver Mapa 1.

Teniendo en cuenta la información recibida de la Red de Colaboradores se ha determinado que en el ámbito provincial el 45% del área destinada al cereal ha alcanzado la etapa de macollaje y se están efectuando las aplicaciones con fertilizantes nitrogenados.
Por otra parte, se detecta alrededor del 43% en premacollaje y finalmente en aproximadamente el 12% de los lotes el cultivo se encuentra emergiendo (ver Gráfico 1).

Los Colaboradores reportan que se está concluyendo con las tareas de siembra de la oleaginosa, proyectándose una área que se posicionaría alrededor de las 12.000 ha y que expresa un crecimiento del 50% comparada con las 8.000 ha cultivadas el año pasado.
En general la implantación del lino ha sido calificada de buena a muy buena (ver Gráfico 2), existiendo lotes que se ubican desde emergencia hasta los primeros implantados que han alcanzado una altura de 10 cm aproximadamente.

Como consecuencia de la amplitud en la fecha de siembra de la oleaginosa se detecta un abanico de estados fenológicos muy amplio, desde chacras donde el cultivo se encuentra en estado de roseta hasta lotes en los cuales ha comenzado la etapa de floración.
La condición general del cultivo se califica de buena a muy buena en el 96% del área implantada, existiendo tan solo un 4% en una situación definida como regular, ver Mapa 2.

Los Colaboradores destacan que los lotes que fueron sembrados en el mes de abril experimentaron una aceleración en su ciclo debido a los factores térmicos; por tal motivo se ha analizado las variaciones de las temperaturas medias en los meses de abril, mayo, junio hasta la primera quincena de julio (obtenidas de la Red de Centrales Meteorológica Automática de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos).
En el Gráfico 3 se puede apreciar la diferencia entre las temperaturas medias mensuales del año 2012 versus 2013; destacándose la mayor diferencia térmica en la primera quincena de julio, donde la media del año 2013 superó en 4,6 ^oC lo registrado por las centrales en julio del año pasado.

Por otra parte, en el Gráfico 4 se presentan los grados día acumulados cada 10 días desde abril hasta el 30 de mayo, comparando el año 2012 vesus 2013 (tomando una temperatura base de crecimiento para la colza de 5 ^oC).
Cabe recordar que los grados día y su acumulación, representan el reloj térmico que controla la manifestación de las diferentes etapas de desarrollo y la fenología de las plantas. Las plantas deben acumular una cierta cantidad de grados para pasar de un estado a otro y este hecho explica por qué, por ejemplo, las fechas de floración no son las mismas entre distintas temporadas del mismo cultivo.
Dependiendo de la velocidad con que se acumulen estos grados día, los eventos fenológicos se adelantan (en años calurosos) o se atrasan (en años fríos).
En base a los cálculos efectuados se aprecia una mayor acumulación de grados día en el presente año versus lo acontecido en el 2012 y considerando los requerimientos térmicos de la colza se estima que el 20% que actualmente se encuentra en inicios de floración fueron implantados dentro de los primeros 20 días del mes de abril; donde dependiendo la fecha de siembra pueden haber alcanzado desde 700 a 1.000 grados día aproximadamente.

Tal como anticipamos en el informe anterior el ingreso al centro del país de un sistema frontal frío el jueves 18 de julio generó una caída abrupta de las marcas térmicas, tanto mínimas como máximas. La masa de aire polar marítima se desplazó hacia el Norte del territorio Argentino afectando a la mayoría de las provincias incluida Entre Ríos. A partir de ese momento el viento rotó al sector Sur, generando un abrupto descenso térmico con valores máximos que no superaron los 18ºC y temperaturas mínimas que inicialmente variaron entre  –2ºC y 0ºC y luego, hacia fin del período analizado, tuvieron un descenso mucho más marcado llegando a registros de –3ºC a –5ºC. Este escenario provocó heladas fuertes debido a un refuerzo del aire gélido generado por el aporte de nuevas perturbaciones frías proveniente del Sur.

La semana se desarrolló prácticamente sin registro de precipitaciones y solo en el sector sudeste provincial se produjeron algunas lluvias leves y aisladas, fundamentalmente producto del súbito descenso de las temperaturas y la consecuente caída de aguanieve. El cambio radical de las condiciones climáticas  permitió el registro de una muy buena Tasa de Radiación Solar media y una disminución de la Humedad Relativa ambiente. A pesar del fuerte descenso de las temperaturas y del mejoramiento temporal las horas de mojado foliar acumuladas todavía mantienen valores moderadamente altos, fundamentalmente por la gran condensación que se produjo con el cambio térmico y la acumulación de escarcha sobre las hojas  durante las heladas.