Con las recientes lluvias en el sur sudeste de la provincia, tienden a optimizarse las reservas de humedad, las cuales en sectores reducidos promueven la aparición de suelos saturados y incluso con algunos anegamientos temporarios.
Considerando el balance hídrico para el primer metro de suelo y una pradera como cobertura, se observa un importante sector del sudoeste de la provincia que presenta reservas regulares. Esta zona ha sido la más relegada por las precipitaciones del último bimestre y esto se traduce en reservas más ajustadas. La humedad igualmente ha sido suficiente para sembrar trigo y aunque el escenario actual no es el ideal, el escaso consumo permite ser optimistas en cuanto a llegar con sementeras en buen estado hasta las próximas lluvias.
Considerando el fuerte deterioro que los perfiles de humedad han sufrido durante el último año, el panorama que se plantea en el mapa de reservas no es tan deficitario como el que se presentaba para esta misma fecha del año pasado.
Focalizando la atención sobre las zonas trigueras del centro sudoeste, es importante destacar que no existe una condición estructural que defina que el sector no reciba precipitaciones. El mismo sistema de tiempo que entre lunes y martes mejoró sustancialmente la situación del noreste de BA, puedo haberse desplegado sobre el sudoeste entrerriano. Si bien las lluvias han mostrado una tendencia exagerada en su corrimiento hacia el este, es muy probable que a lo largo de julio el principal sector triguero entrerriano reciba lluvias que le permitan evolucionar en forma satisfactoria. La demanda no es superior a los 20 milímetros y esto es el cincuenta por ciento del valor normal de lluvias en la zona.