El mapa de reservas que resulta del cálculo del balance hídrico para las 9 hs de ayer, muestra un predominio de reservas óptimas en el territorio entrerriano. Aparecen algunas zonas donde los excesos han ganado persistencia pero seguramente experimentarán un importante retroceso en las próximas jornadas.
En el corto plazo toda la atención se pone en el final de cosecha. En este sentido posiblemente sea el departamento Paraná donde el panorama se presenta más complejo, aunque reiteramos es circunstancial. No aparecen motivos de preocupación en el sentido de que no se ven sistemas precipitantes capaces de sostener esta situación, por lo tanto el buen drenaje natural de la zona y la presencia de aire más seco promoverá el oreado de los suelos.
No se descarta que la inestabilidad del domingo nuevamente se traduzca en algunas lloviznas, sin embargo enfatizamos que el patrón conducente no proyecta el despliegue de lluvias destacadas en la zona.
Considerando las actuales condiciones hídricas, es razonable atender la situación de aquellos productores que no pueden avanzar a la velocidad deseada en las tareas de cosecha; sin embargo está claro que el sudoeste entrerriana ha acopiado la humedad necesaria como para decidir las siembras de la fina. Es decir, no parece ser esta la variable que limite el crecimiento del área sembrada en la provincia. De acuerdo a lo que muestra el balance hídrico, el aumento o no del área implantada de trigo quedará limitada a la confianza que los productores pongan en las nuevas medidas del gobierno, es decir, se pondrá a prueba el estímulo que éstas han provocado. Esto se debería notar ya a comienzos de junio, dado que ER es de las zonas que inicia la fina en fechas tempranas.