La estimación de la Superficie Sembrada se basó en el empleo de imágenes satelitales, para el caso del Maíz y Trigo se emplearon los índices de vegetación generados por el sensor MODIS.
Mientras que para la estimación de Girasol, Arroz y Soja se utilizaron las imágenes del satélite Landsat 5 TM, las cuales fueron provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
Además del respaldo de las imágenes satelitales se contó con el valioso apoyo de la Red de Colaboradores y trabajo de campo realizado por los profesionales de la Institución.

La distribución de las precipitaciones y el monto total acumulado es el principal parámetro a tener en cuenta para poder comprender la abrupta caída en la producción granaria de la provincia de Entre Ríos.
Estadísticamente la distribución geográfica de las precipitaciones en el territorio provincial se incrementan desde el sector suroeste hacia el noreste, con montos que van desde los 1.000 mm hasta los 1.300 mm; tal como puede observarse en el mapa de la izquierda que ha sido elaborado por el SIBER en base a recopilaciones y búsqueda de datos históricos correspondientes al Servicio Meteorológico Nacional, Estaciones Experimentales del INTA y establecimientos agropecuarios.
Por otra parte el mapa de la derecha presenta los montos totales de las lluvias y su distribución en el año 2008.

Cabe mencionar que este mapa ha sido realizado con los datos de más de 100 pluviómetros que forman la Red Pluviométrica y que está integrada por Estaciones Experimentales del INTA, Comisarías, Escuelas Agrotécnicas, Acopios y Establecimientos Agropecuarios.
Claramente se observa que las lluvias en la región se ubicaron entre los 450 mm y 950 mm, con un valor medio de aproximadamente 670 mm.
Por lo tanto, si se considera una media esperada para Entre Ríos de 1.150 mm y se compara con lo acontecido en el 2008, donde el valor medio fue de 670 mm, se aprecia una reducción o faltante de lluvias de 480 mm, cifra que representa una merma de alrededor del 40% del total normal.
Esta marcada disminución de las precipitaciones perjudicó tanto a los cultivos invernales como a los estivales, ya que limitó las reservas hídricas en el perfil del suelo que podían emplear los sembrados, llegando a tal extremo el déficit hídrico que amplias zonas del territorio se ubicaron en situación de sequía.
A continuación el mapa de la izquierda presenta la condición hídrica de los suelos al 25/09/08 momento en el cual tanto el trigo como el lino estaban en la etapa de floración e inicios de llenado, con amplios sectores de sequía y otros con reservas muy por debajo de lo normal para el llenado de los granos.
Como puede observarse, la situación más complicada se ubicó en el sector sur y suroeste, región que abarca aproximadamente el 64% del área implantada con ambos cultivos.
El mapa de la derecha presenta la condición de las reservas hídricas al 07/01/09; período definitorio de rendimiento en los granos gruesos. En ese momento los productores entrerrianos veían en sus campos los severos síntomas de estrés que presentaban los cultivos, ya que se había instalado desde el mes de noviembre, una situación de sequía absoluta.
Es importante mencionar que el área implantada en la provincia con cultivos invernales abarca cerca del 15% del total (269.843 ha), mientras que el 85% restante corresponde a cultivos estivales (1.507.710 ha); por lo tanto el mayor impacto de este fenómeno recayó sobre los últimos y obviamente, las consecuencias se reflejaron en las magras toneladas totales logradas.

Para finalizar la caracterización climática se presentan dos imágenes generadas por el sensor MODIS (Moderate Resolution Imaging Spectrorsdiometer), que es un instrumento a bordo de los satélites Terra y Aqua de la Constelación Matutina.
Con los productos del sensor MODIS se pueden realizar índices de verdor, los cuales son producidos globalmente sobre la tierra.
El índice de verdor representa la cantidad y el vigor de la vegetación (actividad fotosintética) y está estrechamente relacionado con el tipo de vegetación y con las condiciones climáticas, así como con el patrón predominante de uso de las tierras.
El mapa de la izquierda corresponde al índice de verdor para la primera quincena del mes de enero del 2007 (Año NIÑO) cabe mencionar que el monto acumulado promedio de los 107 pluviómetros de la red se ubicó dentro de lo esperado (alrededor de los 100 mm) y la vegetación en general presentaba buen vigor (mayor presencia de tonos verdes); por lo tanto se puede afirmar que no hubo inconvenientes hídricos. (Producción provincial 6.000.000 de toneladas)
El mapa de la derecha presenta el índice de verdor del mes de enero del 2009, (Año NIÑA) que tuvo una media acumulada de 60 mm aproximadamente o sea 40% menos de los esperado y claramente se observa disminución en el vigor de la vegetación (mayor presencia de tonos rojos y naranjas), lo cual indica la presencia de grave estrés hídrico.

Las características principales que definieron la producción de los cultivos de invierno, además de la sequía fueron, entre otras:
El conflicto agropecuario
La incertidumbre de la falta de cotización a futuro para el cereal.
El aumento desmedido en el precio de los fertilizantes fosforados y la falta de financiación para la adquisición de los mismos al momento de la siembra y en el período de macollaje los productos nitrogenados tuvieron poca disponibilidad y alto costo, lo que influyó negativamente al momento de su aplicación.
El aumento en los precios del gasoil y la restricción en la entrega.

Como se viera en los mapas, la instalación de la peor sequía de los últimos cuarenta años fue devastadora para los cultivos de verano, a tal punto que para el caso del maíz y soja el promedio de rendimientos a nivel provincial se calculo sobre la superficie total implantada, con resultados paupérrimos para ambos cultivos; 1.394 Kg/ha para maíz y 948 Kg/ha para soja.
¿Por qué fue importante para esta campaña expresar el rendimiento promedio en base al área total implantada?
Los cultivos de verano definieron sus parámetros de rendimientos en la situación que muestra el mapa de Estado de las reservas del 07/01/2009, este escenario ocasionó que un gran número de hectáreas que habían sido planeadas para cosecha de granos se perdieran o fueran redestinadas.
Para maíz, si se analizan los gastos del productor en esta campaña, se concluye que para el recupero del monto invertido allá por el mes de agosto-setiembre de 2008, era necesario obtener rendimientos promedios de aproximadamente 5.500 kg/ha en campo propio, y 7.500 kg/ha en campo arrendado.
Es decir que en ambas situaciones, el productor que apostó por la siembra del cereal, finalizó su cosecha con una pérdida por hectárea de 4.106 kg/ha (costo sin arriendo) y 6.106 kg/ha (costo con arriendo).
En el caso de soja se necesitaban obtener rendimientos promedios de 2.230 Kg/ha para el recupero del monto invertido allá por el mes de octubre – noviembre, es decir que esta cosecha finaliza con una pérdida de 1.282 Kg/ha.
A continuación se brinda el detalle de los parámetros productivos de cada cultivo, las características específicas de cada uno de ellos se dieron a conocer en los informes particulares. www.bolsacer.org.ar

La provincia de Entre Ríos ha finalizado el ciclo agrícola 2008/09, una infortunada campaña signada por una extraordinaria sequía que tuvo su incidencia negativa en todos los cultivos de gruesa, fenómeno al cual no escaparon ni el girasol ni el arroz a pesar de ser uno tolerante a condiciones de poca humedad y un cultivo irrigado el otro.
El sector agrícola entrerriano disminuyó el 13.60% de superficie, y perdió más del 53% de productividad y una cuantiosa suma de dinero en inversiones no recuperadas.

Los cultivos que mayor incidencia tuvieron en el disminuido tonelaje de producción fueron el maíz y la soja, las consecuencias de las CONDICIONES CLIMATICAS NO FAVORABLES fueron determinantes para la merma de 700.386 tn de maíz y 1.919.283 tn de soja, si se compara con la campaña 2007/08.
A fin de dimensionar el daño económico el SIBER realizó una estimación de pérdidas en los cultivos más afectados: Trigo, Maíz y Soja, concluyendo que por efecto de la falta de agua en el perfil de los suelos la disminución de ingresos alcanza una suma aproximada de:

OCHOCIENTOS MILLONES DE PESOS ($ 800.000.000) discriminándose de la siguiente manera: $ 140.000.000 en trigo, $ 200.000.000 en maíz y $ 460.000.000 en soja.

A continuación se presentan los datos por Departamento de los siete cultivos tradicionales: trigo, lino, maíz, girasol, soja, sorgo y arroz en el territorio provincial.