Informe Elaborado por el Dr. José Luis Aiello
Este último mes hemos recibido un importante número de consultas de distintos medios (gráficos, radiales y televisivos) a raíz de una serie de emisiones que se producen mediante distintas fuentes acerca de un “caos meteorológico”, de continuidad de lluvias severas con una frecuencia altísima, y consecuencias no deseables para la producción agrícola. Esto motiva este corto informe, a fin de poner un poco de claridad en estas cuestiones.
Siempre hemos dicho: LO UNICO CONSTANTE DEL CLIMA ES SU VARIABILIDAD y en reiteradas oportunidades machacamos en dos puntos:
1) Las reales posibilidades de emitir pronósticos serios
2) El efecto que tiene el cambio climático
Respecto del punto 1, "Nadie en el mundo pronostica el tiempo meteorológico más allá de 5 días" (con un error de un 10 % a un día y de un 25 % a 5 días); y esto solo si hacen bien las cosas.
Entonces pregunto: ¿Cómo es posible pronosticar enero o febrero o cualquier mes próximo? Sin embargo hoy la plaza recibe permanentemente ese tipo de emisiones.
También, y para no hacer larga esta parte, explicamos reiteradamente la posibilidad de hacer escenarios a largo plazo utilizando las tecnologías "EL NIÑO" y de otros fenómenos de escala grande, pero esto debe entenderse como escenarios a plazos de 3, 6 meses y para grandes regiones.
Permanentemente desde nuestra página web hacemos todas las emisiones tanto climáticas como de seguimiento de cultivos (tal vez la parte más sustanciosa de nuestros productos) y nuestros usuarios conocen algo que es un sello de SIBER: la seriedad y la calidad con la que tratamos de hacer las cosas.
Voliviendo al clima, los puntos relevantes recientes de los efectos climáticos en el sistema agropecuario pueden resumirse en:
a) Un pulso de escasisimas lluvias durante los meses junio y julio pasados.
b) Un período muy lluvioso en los meses de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, con un impacto de anegamientos en varias zonas de la Provincia de Entre Ríos.
c) Un reenfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico Ecuatorial Central a partir de agosto, provocando una amortiguación del efecto "EL NIÑO", llegando a la situación actual de "Neutralidad", o sea "Chau EL NIÑO", ver Gráfico 1.