Los cultivos de soja monitoreados entre V4 y R1, en la semana del 11 al 14 de diciembre, en los dptos. Nogoyá, Diamante y Victoria presentaron niveles bajos de enfermedades foliares, siendo la más prevalente mancha marrón por Septoria glycines.
Con mucha menor incidencia en plantas se observó tizón bacteriano y tizón foliar por Cercospora kikuchii. La mancha por Phyllosticta se la detecta en hojas inferiores y podría en sus estados iniciales confundirse con mancha ojo de rana (MOR), en estados avanzados produce un tizón en los márgenes de las hojas.
La podredumbre de raíces por Phytophthora se registró en plantas aisladas en lotes con secuencia de soja en los 2 últimos años.
En lotes de maíz, entre V8 y R4, la incidencia de la roya común es alta, pero con severidades muy bajas en los deptos. Nogoyá, Diamante y Victoria. El tizón foliar común fue hallado con severidad alta en un lote de Victoria, sin embargo ataques muy severos y ya por fuera del umbral de acción se evaluaron en los Dptos La Paz, Feliciano y Concordia.
Como consideración final el aspecto sanitario de la soja se mantiene estable pero es muy importante poder continuar con los monitoreos más frecuentes en forma inmediata en la medida en que se pueda acceder a los lotes. En maíces de primera, por segunda campaña consecutiva en regiones con temperaturas más altas, el tizón foliar por Exserohilum turcicum asociado a roya común (Fotografía 1) alcanzó niveles de relevancia, a diferencia de los observado en el centro oeste y sur de Entre Ríos. Cuando las hojas del maíz resultan muy afectadas por enfermedades foliares, y bajo las condiciones actuales, muy conductivas para que sean más severas, produce removilización de fotoasimilados del tallo, lo que lo debilita y lo deja vulnerable al ataque de patógenos y posterior vuelco.