Julio se despidió con una semana muy fría y seca. La falta de precipitaciones del mes y en general del bimestre pasado no sólo afectó la provincia de Entre Ríos sino que se generalizó en toda el área agrícola del país. Teniendo en cuenta que Entre Ríos queda inscripta en la zona que durante el invierno se mantiene con mayor nivel de precipitaciones, la anomalía pluvial es más marcada. Es decir las deficiencias habituales en zonas mediterráneas, son más inusuales en la Mesopotamia y el este de Buenos Aires, donde también los suelos experimentan un secado importante a nivel superficial.
El balance hídrico no experimentó modificaciones destacadas respecto de la semana anterior, se aprecia la consolidación de la franja seca en sectores del norte, condición que con ligeras mejoras se extiende hacia Concordia y desde allí a las zonas ganaderas del norte de Uruguay, donde las pasturas sufren la falta de agua observada en este invierno.
Contrastando con esta situación exigida, el sur se mantiene con reservas adecuadas, las cuales logran este estándar en base al promedio con el perfil profundo, o sea, las reservas superficiales seguramente acusan el paso seco del mes de julio.
El cambio importante en las condiciones ambientales podría estar dejando precipitaciones en las próximas jornadas. Por lo pronto los registros de humedad se vienen sosteniendo en niveles elevados y el arribo de un sistema frontal podría aprovechar esta recarga en las capas bajas de la atmósfera. De todos modos la actividad posiblemente se vea potenciada entre domingo y lunes, Para entonces pueden concretarse volúmenes de lluvia significativos. Este cambio de circulación es importante para cortar el avance de las masas de aire polar y definir el comienzo de la transición estacional.