Las últimas jornadas de junio y las primeras de julio se caracterizaron por la persistencia de una masa de aire húmedo que no promovió, sin embargo, lluvias de montos importantes salvo en zonas reducidas. Dentro de este contexto los departamentos Feliciano y Federación en el norte, Gualeguaychú y Uruguay en el sudeste, fueron los que reportaron acumulados más significativos. Se destaca las celdas de tormenta que se formaron en la zona de influencia de Gualeguaychú el viernes 27, localidad que además de recibir las precipitaciones más importantes, también recibió una importante granizada. Recordamos que Uruguay y el este de ER, por entonces se incluían en el sector donde la inestabilidad atmosférica era mayor. Es importante mencionar, que estas celdas de tormenta no lograron extenderse, lo que permite deducir que se ha ingresado en el mínimo de actividad correspondiente al período más frío del año.
Con el comienzo de julio comenzó a notarse en las temperaturas el ingreso de aire frío, sin embargo la humedad en las capas bajas de la atmósfera no fue removida con facilidad. La combinación entre el aire frío y la abundancia de humedad, facilitó los procesos de condensación y fueron frecuentes las nubes bajas y los amaneceres con nieblas y neblinas. Dentro de este contexto entre el lunes y el miércoles se observaron lloviznas y lluvias ligeras en gran parte del territorio, aunque hay corredores donde no se lograron registros. Posiblemente la persistencia de nubes bajas no permitió que el descenso de las temperaturas mínimas fuese tan destacado como en el sur de la región pampeana, aunque igualmente las condiciones invernales se sintieron a pleno. No obstante esto, no se observaron heladas. Las mismas pueden llegar en las próximas jornadas conforme las noches transcurran con cielos despejados y vientos en calma. La masa de aire polar se mantendrá con ligeras modificaciones al menos hasta el martes próximo. Esto condiciona el regreso de las precipitaciones.