Si bien el mapa presenta reservas óptimas en gran parte de la provincia, es muy probable que los excesos hídricos reflejados en suelos saturados o falta de piso, tengan mayor extensión.
Más allá de las diferencias existentes entre los cálculos y la realidad, está claro que el panorama hídrico se va resolviendo favorablemente. Si se mantienen los cielos despejados y como está previsto crecen las temperaturas máximas, transitaremos un período en el que la cosecha podrá avanzar satisfactoriamente.
Como se ha dicho es posible que hacia el lunes el tiempo se torne más inestable y reaparezcan las coberturas nubosas, sin embargo, las perspectivas para el comienzo del mes de abril no es muy húmeda. Esto puede promover un avance más rápido de la cosecha entrerriana.
Es muy probable que toda la primera parte de abril se caracterice por eventos con poca oferta de agua. Es decir, no se descartan períodos de inestabilidad, pero en principio los mismos no serían acompañados por lluvias destacadas. Este panorama podrá ir monitoreándose de acuerdo a como se vayan moviendo las masas de aire, fundamentalmente el contenido de humedad y las temperaturas que se vayan registrando en esta transición estacional.
Recordamos que el mes de abril es un mes que estadísticamente presenta acumulados pluviales similares a los del mes de marzo, cercanos a los 130 milímetros del centro para el sur, creciendo hacia el noreste donde la media es del orden de los 160 milímetros.
De concretarse lo esperado para la primera parte de abril, es posible que para lograr las lluvias normales deban concretarse eventos destacados en la segunda parte del mes, consecuentemente y dentro de lo posible lo aconsejable es trabajar rápido sobre la cosecha de soja.