Este comportamiento pluvial se diferencia claramente de lo ocurrido sobre SF, noreste de BA y la Mesopotamia en general, donde los acumulados son inferiores a los observados en el oeste. Cabe destacar que en algunas zonas de ER, como el sur del departamento La Paz, oeste de Federal y buena parte de Paraná se observaron acumulados que no quedan representados en el mapa y que superaron los 200 milímetros. Hacia el norte del país, el mapa también muestra con claridad el fuerte gradiente que muestran las lluvias desde el este del NEA hacia el NOA, donde la temporada de precipitaciones parece no haber empezado.
La comparación de los registros de noviembre con los valores estadísticos (1973-2010), define a gran escala como ha llovido en el país. Lo primero que podemos destacar es el corredor con desvíos negativos o con lluvias escasas que se extiende desde el sur de SF hacia el extremo noreste de BA y que en realidad toma toda la zona del Delta del bajo Paraná y el estuario del Río de la Plata. Por su importancia agrícola se destacan las deficiencias observadas en las zonas de influencia de Venado Tuerto y Pergamino, donde las lluvias apenas han alcanzado el 50 por ciento del valor normal. Posiblemente debamos considerar que la distribución ha sido irregular, pero salvo excepciones esta zona ha sido salteada por los sistemas precipitantes destacados. También zonas de centro este de la provincia de BA (Ayacucho, Dolores, Madariaga), muestran desvíos negativos de la precipitación. También las lluvias han sido escasas en el noreste de la Mesopotamia, acoplándose las zonas agrícolas del NOA a este comportamiento deficitario. En el resto de la región pampeana, las lluvias han logrado registros que califican como normales, definiéndose de manera evidente los desvíos positivos en las zonas mediterráneas.
En resumen, si bien la oferta de agua ha sido variable, hubo una tendencia marcada de los sistemas precipitantes a favorecer el oeste de la región pampeana, quedando algunos sectores del este postergados no por la falta de eventos o su baja frecuencia, sino por la magra oferta de agua que estos tuvieron en algunos corredores.
Si bien el trimestre de primavera (septiembre-noviembre) cerró con un saldo pluvial mayormente favorable, es necesario aclarar que la distribución temporal de las precipitaciones no fue la más adecuada. Septiembre fue seco en la zona núcleo y generó un importante atraso de las siembras tempranas de maíz. Octubre se recuperó de manera muy destacada en las provincias del centro, pero fue muy seco en todo el sur de la región pampeana, donde el sudoeste padeció el déficit también en septiembre. Finalmente en Noviembre, las lluvias fueron muy significativas en gran parte del sur de la región pampeana, con valores record en algunos sectores, lo cual cubrió las deficiencias previas. Durante el pasado mes la provisión de agua fue más cercana a lo normal en la zona central pero hubo salteos que si bien no generan problemas graves de humedad en la zona núcleo, ponen presión a la oferta de agua de diciembre que no puede fracasar. Por lo pronto al agua hay que esperarla para la segunda década del mes. Hasta entonces solo pueden darse lluvias modestas, con sectores dispersos con mejor provisión. Estas características de volatilidad en los valores de precipitación es una característica que continuará en el resto del período estival.
Desde el punto de vista térmico, si bien el mes se ha resumido con temperaturas máximas con desvíos positivos en gran parte de las zonas productivas del país, este efecto tuvo mayor notoriedad en la zona núcleo, fundamentalmente en la segunda quincena. El promedio mensual de la temperatura máxima del mes de noviembre en el sur de CB, sur de SF, sudoeste de ER, norte de LP y norte de BA, estuvo más de dos grados por encima de los valores normales del mes. En esta zona se registraron varias jornadas con máximas que superaron holgadamente los 30°C, llegando en algunas ocasiones hasta los 35°C. Recordamos que para la zona núcleo, según la zona, la máxima media oscila entre los 26°C y los 28°C.
Las temperaturas mínimas también resultaron con corrimientos ligeramente positivos, aunque con un desvío menos notorio que lo observado en las máximas. No se concretaron heladas tardías en el sur de la región pampeana, por lo que la floración del trigo no fue afectada por este fenómeno que ha ganado en frecuencia en esta última década. La primera jornada de diciembre tuvo un enfriamiento intenso en la zona que llegó a dejar mínimas de hasta 3°C, sin embargo, no se reportaron heladas.