Los factores determinantes para la definición del área sembrada fueron:
El derrumbe en la cotización de los precios de mercado.
Alto precio de los fertilizantes.
Los informes climáticos que en el mes de agosto anunciaban que el fenómeno “La Niña” que estaba instalado había comenzado a desaparecer y se anunciaba un Niño con intensidad débil, que finalmente termina no cumpliéndose pero que en su momento incidió en la decisión de siembra de los productores.
El temor a los daños ocasionados por aves plagas, que si bien no están ciertamente evaluados se sabe que son importantes ya que se producen en dos momentos de la fenología del cultivo, a la siembra y en la etapa de llenado de granos.
Los ítems mencionados definen la implantación de una superficie sustancialmente menor a la de la campaña 2007/08 (Ver cuadro Nº 2)
En la segunda quincena del mes de agosto se siembran en el norte provincial las primeras hectáreas de girasol aprovechando la humedad en el perfil en ese sector del territorio.
En el resto de la provincia, debido a la falta de humedad edáfica en muchas zonas y a las temperaturas no adecuadas se retrasan las labores de implantación de la oleaginosa, extendiéndose la siembra prácticamente hasta fines del mes de octubre, ya que el pulso seco instalado en el oeste provincial se ampliaba paulatinamente a todo el territorio provincial.
Las lluvias ocurridas durante octubre que tuvieron montos e intensidad variada permitieron continuar en prácticamente todo el territorio provincial con la siembra de girasol para finalizar la misma hacia fines del mismo mes.
En este aspecto cabe mencionar que los mayores montos (300 mm) se dieron en la zona norte, específicamente en el Dpto. Feliciano donde a posteriori hubo que resembrar un número pequeño de lotes.
Desde noviembre del 2008 hasta febrero del 2009 se instala en la provincia la sequía más rigurosa de los últimos 50 años, ante este panorama el girasol que si bien es un cultivo que se ve favorecido por días soleados con precipitaciones escasas y baja humedad relativa, no escapa a esta inclemencia.
Cabe mencionar que como consecuencia de la sequía más las pérdidas de producción ocasionadas por aves plagas (palomas y loros) en muchos sitios de la provincia, afectando el stand de plantas al momento de la emergencia del cultivo o bien consumiendo las semillas de los capítulos durante la madurez fisiológica de los granos, la superficie perdida totalizó 3.100 ha, representando el 6,54% del área total.
Sanitariamente, salvo la presencia de insectos como hormigas y los daños ocasionados por palomas y loros no se verificó presencia de otras plagas.
La información correspondiente a los parámetros más importantes relacionados con la producción a nivel departamental se detalla en el cuadro 1.