Las abundantes precipitaciones observadas en la última semana en gran parte del centro de la provincia generaron una vasta zona de excesos hídricos.
Obsérvese que no eran necesarias precipitaciones importantes para mantener en un nivel óptimo las reservas, incluso con lloviznas como las registradas en el sudoeste los suelos se mantuvieron en un nivel satisfactorio de humedad.
En esta época del año las coberturas no tienen un consumo hídrico importante y por lo tanto ante situaciones donde las exigencias atmosféricas son mínimas, las reservas tienden a conservarse. Si a esta situación, le sumamos precipitaciones que en muchos sectores superaron los 40 milímetros, es sencillo justificar la extendida zona con reservas excesivas que se observa en la provincia.
Las escasas lluvias observadas en el sur sudoeste de Entre Ríos, son una extensión del comportamiento pluvial observado en el centro sur de Santa Fe y Córdoba. Esta situación no llama la atención para la provincia mediterránea, sin embargo no es tan frecuente para Santa Fe. De todos modos el trigo que se ha implantado en esta provincia cuenta con humedad suficiente para transitar el invierno. Lo que se pretende marcar es que la zona mediterránea, habitualmente seca en el mes de julio, ha tomado gran parte del centro sur de Santa Fe e incluso sectores del sudoeste de Entre Ríos, donde por el momento las precipitaciones están quedando por debajo de los valores normales. A diferencia de Córdoba, fundamentalmente el sur, las zonas trigueras de Santa Fe y Entre Ríos cuentan con mejores reservas para afrontar un patrón deficitario.
Los próximos sistemas precipitantes irán perfilando la oferta de agua de lo que resta del invierno y de este modo podremos detectar si las escasas lluvias en Santa Fe anticipan o no un patrón deficitario.