Durante la última semana se sucedieron jornadas inestables con abundantes coberturas nubosas. Las mismas nunca lograron un desarrollo capaz de transformarse en celdas de tormenta y en gran parte del territorio entrerriano los acumulados pluviales son fruto de lluvias menores. La actividad si fue más importante hacia el noreste de la provincia, donde se apreciaron chaparrones más intensos.
En gran parte del centro de la provincia las lluvias se han producido recién a partir del lunes, sin embargo la masa de aire húmedo que instalada desde hace ya dos semanas, mantuvo la humedad relativa en valores superiores al 80 por ciento. El potencial pluvial de esta masa de aire, afortunadamente no se ha concretado en la provincia. Esto se vincula a capas altas de la atmósfera que no son transitadas por perturbaciones de importancia. Consecuentemente, las nubes no logran desarrollo y se mantienen como un manto gris de forma estratiforme. Dentro de este contexto es fácil apreciar las zonas con mayor actividad, dado que las celdas de tormenta adquieren claramente un mayor desarrollo vertical.
Las lluvias observadas desde las 9 hs de ayer se representarán en el mapa de la semana próxima. Se espera que las condiciones meteorológicas evolucionen hacia la estabilidad durante el resto de la jornada de hoy. Este cambio será acompañado por el avance de una masa de aire frío y seco que promoverá una transformación ambiental. Finalmente el aire húmedo se retirará a zonas tropicales, dando paso a condiciones más usuales para el comienzo del invierno.
El descenso de temperatura será muy notorio y no pueden descartarse heladas para el fin de semana. Esta entrada de aire frío será, hasta el momento, la más importante que alcanza la provincia, principalmente instalando una importante persistencia de ambiente frío y seco, con amaneceres bastante más rigurosos que los que se han venido observando.