En el mapa que muestra la distribución de lluvias se ve gran parte del este y zonas del centro de Santa Fe, como así también una buena porción de la Mesopotamia con lluvias generosas, las cuales ingresan al noreste de Buenos Aires y pierden presencia hacia el sur. Los principales sistemas precipitantes se concentraron en la segunda quincena del mes, mostrando recurrencia en el centro este de la región pampeana. Las lluvias, por lo contrario, fueron muy escasas en el oeste de la franja mediterránea del país. Mayo, normalmente muestra un retroceso de las precipitaciones en la provincia de Córdoba, por ejemplo, pero generalmente los departamentos del oeste todavía pueden sumar hasta treinta milímetros en este mes. Esto no ha sucedido y claramente se observa que este comportamiento se hace extensivo a las provincias de San Luis y La Pampa, repitiéndose hacia el NOA, donde ya se está ingresando en la época más seca del año.
La comparación de los registros pluviales con los promedios mensuales (1973-2010), facilita reconocer las zonas donde hubo sobreoferta o escasez de agua. Vinculando estos desvíos con las actividades de siembra de la fina, claramente los excesos pluviales en Entre Ríos y Santa Fe, desfavorecen el avance en fecha de la implantación, observándose por otra parte una marcada anomalía en el este y buena parte del sur de Buenos Aires, que consolida el comportamiento pluvial deficitario que viene teniendo la zona en el último cuatrimestre. La anomalía negativa en el corredor mediterráneo, es también muy evidente. En la provincia de Misiones se reconoce otra deficiencia importante, la cual se traduce en este sector en milimetrajes mucho más destacados.
El resumen térmico del mes de mayo no mostró anomalías de importancia. Tanto las temperaturas máximas como las mínimas oscilaron en torno de los valores medios, con algunos sectores reducidos en la zona de influencia de Marcos Juárez (Córdoba) o de Nueve de Julio (Buenos Aires), donde los desvíos negativos fueron algo más evidentes. Mayo comenzó con fuertes irrupciones de aire frío que no volvieron a reaparecer en el transcurso del mes. Las condiciones ambientales se fueron templando, incluso dándose algunas jornadas con valores de temperatura máxima que superaron los registros esperados para el cierre del trimestre otoñal. Estos diferentes comportamientos en el comienzo y el final del mes, quedan desdibujados en el promedio, el cual como dijimos, a gran escala no presentó desvíos de consideración. Mayo no fue un mes riguroso, las heladas quedaron restringidas mayormente al sur del Salado bonaerense, principalmente hacia el sudeste. Sólo durante aquellas primeras jornadas de mayo, se observaron heladas en La Pampa, el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sur de Córdoba y de San Luis.
Junio ha comenzado seco, con algunas lloviznas o lluvias menores que están acompañando una importante irrupción de aire frío que dominará estas primeras jornadas del mes. El mapa de anomalías de lluvia define las zonas más necesitadas de agua. Teniendo en cuenta la época del año el este y parte del sur de Buenos Aires, cuentan con mejores posibilidades de lograr mejoras en su condición hídrica. Es improbable que los sectores del oeste de la franja mediterránea reciban precipitaciones de importancia en el trimestre frío.