La evolución del tiempo en este comienzo de Junio no ha dado mucha tregua a los productores de ER. Las decisiones que deben tomarse en esta primera quincena dependerán mucho de las condiciones meteorológicas y por cierto en este momento las mismas están complicando el panorama. Sin embargo es preferible esta situación que un atraso pluvial de importancia.
Desde el punto de vista climático es razonable esperar que la última parte del otoño sea húmeda. No obstante los desvíos positivos de la precipitación en esta época del año dentro de un contexto dominado por masas de aire húmedo, no facilitan el oreado de los suelos. Por este motivo es importante saber cómo se plantea este comienzo de Junio.
En principio podemos decir que hacia el fin de semana debería observarse un cambio de ambiente, es decir, se espera que el frío alcance la provincia de ER, aunque no con rigor como para dejar heladas. Este ambiente frío y más seco no garantiza, sin embargo, que la estabilidad del tiempo se sostenga. De hecho, se espera que a partir del domingo avance desde el oeste y en los niveles medios de la atmósfera un eje de baja presión. Este movimiento de aire tiende a generar corrientes de ascenso desde la superficie. Consecuentemente las zonas que dispongan de humedad en las capas bajas de la atmósfera, verán favorecidos los desarrollos nubosos. La provincia de ER para comienzos de la semana próxima probablemente se vea afectada por el pasaje de esta perturbación. Si previamente el pasaje de la masa de aire frío provoca un barrido importante del aire húmedo en superficie, es posible que no se concreten lluvias de importancia. De otra manera, la recurrencia de las precipitaciones será inevitable. Importantes sectores de SF, el noreste de BA y las zonas agrícolas de Uruguay configuran junto a ER, el sector más vulnerable a la persistencia de los excesos hídricos. Será importante monitorear entonces lo que sucede con el ingreso de aire frío y seco a partir del viernes. Esto puede definir el volumen de precipitaciones que pueda concretarse en los primeros días de la semana próxima.
Finalizando al mes de mayo, los valores de temperatura superficial de mar estimados por satélite confirmaron la neutralidad del Pacífico Ecuatorial Central. La anomalía fría de las últimas dos semanas se ubicó en torno de -0.2°C, lo cual ratifica que las marcas comienzan a moverse dentro del intervalo de anomalías de temperaturas que se considera neutral (+0.5°C;-0.5°C).
Los modelos de pronóstico proyectan la situación de neutralidad como la más probable para el invierno y el comienzo de la primavera. Este indicador es primario pero es el más sencillo para entender el estado térmico de una región del planeta con alta influencia sobre el clima del sudeste de Sudamérica.
Esto es, en principio, una noticia favorable: podrá haber anomalías climáticas dependientes de otros factores, pero es interesante descartar la posibilidad de que La Niña aparezca en el horizonte a mediano plazo.
Considerando el estado actual de reservas, las condiciones son favorables para que el área triguera experimente un crecimiento. Posiblemente esta posibilidad sea vea impedida por razones ajenas al comportamiento climático.