Cambiando del viernes para el sábado se observaron precipitaciones más importantes que las previstas en el informe precedente. En general se esperaba que el tiempo inestable se sostenga en gran parte de la región pampeana, pero también los pronósticos posicionaban las precipitaciones en otros sectores de la región pampeana y no donde finalmente se observaron.
Una importante área que desde del este de Córdoba se extendió tomando el centro sur de Santa Fe el oeste entrerriano, acaparó las lluvias más copiosas. Por cierto en esta zona los sistemas precipitantes se han vuelto recurrentes y en muchos casos los milimetrajes acumulados superan los valores habituales para la época.
Dentro de un contexto donde se observaron precipitaciones que promediaron unos 35 o 40 milímetros, se concretaron algunas celdas de tormenta en escala reducida que llegaron hasta duplicar estas marcas. Podemos citar como ejemplo los registros de la zona de influencia de  Diamante y María Luisa en las vecindades de Paraná. Hacia el sur sudeste de la provincia los milimetrajes se ajustaron más a lo esperado, con acumulados de entre 10 y 15 milímetros.
El ambiente húmedo solo cedió temporariamente. Luego del pasaje frontal, un importante sistema de alta presión quedó pisando el este de Buenos Aires y la República de Uruguay, generando una circulación que del este fue rotando al norte, imponiendo nuevamente una masa de aire húmedo. Esta masa de aire ha reducido la amplitud térmica de estas últimas jornadas, con máximas templadas  a ligeramente cálidas y mínimas que quedan por encima de los 13°C. Este contexto favorece el desarrollo de neblinas matinales, aunque el proceso solo es eficiente cuando el enfriamiento es más destacado.

Las  lluvias y el remanente de humedad en las capas bajas de la atmósfera han generado condiciones propicias para que las reservas se mantengan en niveles óptimos en gran parte de la provincia.
Hacia el departamento Diamante y sus vecindades, los excesos hídricos aún están presentes, aunque posiblemente si se considera la topografía de la zona, los mismos ya no son un problema y los suelos deben haberse oreado de manera significativa.
A todas luces el área triguera entrerriana no encuentra en la disponibilidad de humedad una dificultad para la implantación de trigo u otros granos finos. Con este nivel de reserva y algunas lluvias menores se garantizan las primeras etapas fenológicas del cultivo.
Se espera que durante la jornada del viernes o ingresando al fin de semana, el tiempo  desmejore en territorio mesopotámico. En particular para la provincia de Entre Ríos, posiblemente las lluvias nuevamente tengan mejores chances del centro para el sur, cuando claramente las necesidades hídricas más importantes se ubican en el noroeste de la provincia.
A pesar de que las últimas lluvias fueron más generosas que  lo previsto, no en toda la provincia se está en condiciones de alcanzar el régimen normal para el mes de mayo. El este en particular y el norte, son los que traen mayor atraso.
De todos modos y de acuerdo a lo que muestra el mapa, las deficiencias pluviales no necesariamente se condicen con escasez de humedad. Esto se da principalmente en esta época del año en que los lotes están en barbecho, las exigencias atmosféricas se reducen y predominan masas de aire con alto contenido de humedad en las capas bajas de la atmósfera.

El siguiente cuadro compara los datos estadísticos finales de trigo, lino y girasol de las dos últimas campañas agrícolas en Entre Ríos.

Habiendo concluido la cosecha de soja de 1era los productores han concentrado su atención en el avance de la trilla de soja de 2da, aunque las precipitaciones del viernes y sábado paralizaron temporalmente las actividades.
A pesar de los escasos días propicios para la recolección de los granos desde el último reporte, se ha verificado un incremento de 6 puntos porcentuales, lo cual significa que se ha concretado la cosecha del 82% del área implantada con soja de 2da.
En lo que respecta al rendimiento promedio provincial, se sostiene alrededor de los 1.630 kg/ha y la producción hasta el momento se sitúa cercana a las 378.400 toneladas.
Tal como hemos anticipado en informes anteriores, la producción entrerriana de soja alcanzaría las 3.000.000 de toneladas, cifra muy aceptable ya que no podemos dejar de tener en cuenta que las características climáticas de la campaña estuvieron signadas por el fenómeno "La Niña".

En base a consultas efectuadas a la Red de Colaboradores, no se han obtenido cambios significativos en la cosecha tanto del maíz como de sorgo de 2da; ya que los productores han concentrado sus esfuerzos en adelantar la trilla de soja de 2da.
Cabe mencionar que, de los lotes puntuales cosechados con maíz de 2da. los resultados han sido más que satisfactorios, obteniéndose rindes entre los 6.000 kg/ha y los 9.000 kg/ha.

Lentamente se avanza con  la implantación de trigo en el ámbito provincial, aunque todavía las hectáreas sembradas son poco significativas.
Actualmente la intención de siembra parecería no variar mucho de lo acontecido en el ciclo anterior, cabe mencionar que recién está comenzando esta nueva campaña y es muy posible que la intención de siembra se visualice con mayor claridad hacia mediados del mes de junio con la implantación de los ciclos intermedios y cortos.
En lo que respecta a Colza, se han sembrado aproximadamente 4.200 ha, cifra que representa el 60% de la intención que se posiciona alrededor de las 7.000 ha.

Los últimos siete días han transcurrido prácticamente sin cambios significativos respecto del periodo anterior. El pasaje del frente frío que provocó tormentas y lluvias intensas tampoco logró modificar permanentemente las cálidas temperaturas registradas que no se corresponden con la altura del año que transitamos. Las marcas térmicas, tanto máximas como mínimas no sufrieron variaciones considerables respecto de las que se venían midiendo ya que, mínimas por encima de los 8ºC y máximas cercanas a los 29ºC predominaron casi durante la totalidad de esta última semana.

Las precipitaciones, en algunos casos muy intensas, registradas durante la última semana, sumadas a la presencia de una importante cobertura nubosa, disminuyeron la Tasa de Radiación Solar media registrada durante el periodo. El alto contenido de humedad en las capas bajas de la atmósfera, favorecido por la circulación del viento, incrementó fuertemente la Humedad relativa ambiente llevándola a valores promedio superiores al 75%. Esta conjunción de alta humedad y agua de lluvia aumentó en forma muy importante la cantidad de Horas de Mojado Foliar, superando en muchos casos las 100 horas acumuladas, es decir, el equivalente a casi cuatro días completos de los siete considerados.