Durante la madrugada del martes 23 comenzaron a llegar las primeras lluvias a la provincia de Entre Ríos, las cuales definieron el comienzo de un período de inestabilidad que se proyectó hasta la jornadas del sábado 26. En esta sucesión de jornadas lluviosas con mejoras temporarias, hubo zonas que acumularon milimetrajes de importancia, los cuales revirtieron por completo las deficiencias que se arrastraban desde semanas previas. En el mapa quedan claramente configurados estos máximos pluviales.
Se destacan el sur sudoeste de Entre Ríos y el centro sur de La Paz y Federal, como las zonas donde las lluvias fueron más generosas. El área donde los acumulados superaron los 50 milímetros no es despreciable, aunque claramente la franja central y el extremo norte de la provincia quedaron algo postergados en los acumulados pluviales. De este modo las necesidades hídricas del norte no fueron cubiertas. De algún modo las tormentas saltearon este sector de la Mesopotamia, ya que hacia el centro norte de Corrientes la oferta de agua fue más generosa.
El período de inestabilidad que generó estas precipitaciones, concluyó con un importante cambio de masa de aire que se hizo sentir en las condiciones ambientales. Las temperaturas mínimas quedaron lejos de ser un riesgo para el avanzado estado de los cultivos, pero de todas maneras el descenso térmico fue notorio. Acompañando el cambio de masa de aire, nuevamente se observan condiciones meteorológicas de mucha estabilidad en toda la estructura de la atmósfera. Esto ha perfilado un nuevo período seco, el cual posiblemente se proyecte sin mayores modificaciones hasta mediados o incluso hasta finales de la semana próxima.
Las lluvias de la última semana, dejan un resumen mensual irregular en el territorio entrerriano.