De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:
1. El escenario climático más probable proyecta sobre el mes de diciembre un comportamiento similar al que se observara en el bimestre anterior. Esto compromete seriamente el normal desarrollo de los cultivos en una buena parte de la zona núcleo y el avance de las siembras de soja.
2. Sectores del oeste: NOA, SL, oeste de CB, LP y oeste de BA, podrían sumarse al sudeste de BA mejorando su nivel de humedad. Posiblemente el norte de BA y el sur de SF puedan incorporarse progresivamente a esta mejora.
3. Suponiendo que estamos transitando el período de máximo impacto negativo del evento La Niña, la situación debería mejorar durante el mes de enero, recomponiéndose paulatinamente los flujos de humedad, tendiendo a mejorar la oferta de agua.
4. Para que el balance hídrico tenga un respuesta razonable durante la primera quincena de diciembre, es decir que las reservas evolucionen al menos hasta un nivel regular, son necesarias precipitaciones del orden de los 100 milímetros. Esta marca cuantifica el problema climático que enfrenta la zona núcleo en el mediano plazo.
5. Considerando el mapa de clasificación de humedad expuesto, para la continuidad de las siembras lo más conveniente es esperar el transcurso de la primera quincena de diciembre y ver cual es el saldo pluvial y su distribución. La perspectiva es difícil, el resultado económico puede ser el contrario al esperado si no se toman las decisiones correctas ante un contexto tan adverso.
6. Las elevadas temperaturas previstas para comienzos de la semana próxima definen una ola de calor que no marca una tendencia respecto del comportamiento de esta variable.