Comienza a notarse el retroceso en el nivel de las reservas, principalmente sobre el norte de la provincia. Si bien las lluvias de anoche y el comienzo de la jornada de hoy son bien recibidas, las mismas no pueden haber modificado de manera sustancial el balance hídrico del centro y el norte de la provincia. Si seguramente se han fortalecido las buenas reservas en zonas del sur de Paraná, Diamante, Victoria, Tala, Nogoyá, y otros sectores del sur de la provincia.
Con la fina entrando a floración y aumentando la demanda hídrica, la atmósfera proponiendo jornadas que van incrementando su exigencia, es lógico que el balance hídrico responda con retrocesos cuando la oferta de agua no está a la altura de la demanda. Es decir el paso sobrado del invierno y comienzos de la primavera esta evolucionando hacia un entorno hídrico más ajustado.
El panorama para la fina es adecuado, consideramos que con algunos aportes pluviales más aún sin ser demasiado importantes el trigo va a cerrar su ciclo. El maíz tiene una demanda que también puede ser satisfecha y es muy probable que hasta mediados de noviembre las condiciones de humedad para las siembras de soja se mantengan en niveles adecuados.
Debemos considerar que a partir de entonces posiblemente ingresemos en un período en el cual no se descarta una intensificación del efecto Niña y probablemente debamos transitar el período más difícil de esta campaña. Esto genera un contexto que define expectativas de producción que se ven condicionadas y por lo tanto hay que manejarse con cautela a la hora de hacer estimaciones de rendimiento. Por lo general las estadísticas de rendimiento muestran apartamientos negativos en años Niña para maíz y soja, planteando un escenario más favorable para girasol.