Como es razonable esperar, el balance hídrico muestra la reaparición de los excesos hídricos en el noreste provincial y algunos sectores de los departamentos Uruguay y Gualeguaychú. En general es óptima la reserva de agua sobre el este, disminuyendo hacia el oeste donde igualmente los cultivos disponen de la humedad necesaria para su desarrollo.
En cuanto a la condición que presenta el trigo, es en general buena, aunque las reservas en Diamante, sectores de Paraná y posiblemente parte de Victoria se han ajustado luego de la mala performance pluvial de agosto. Para este sector, las condiciones actuales de reservas se ubican en un valor que promueven un riesgo aumentado de déficit hidrico para la floración, fundamentalmente para los últimos lotes implantados. En resumen, este sector necesariamente debe obtener recargas adecuadas durante el mes de septiembre, de otro modo las sementeras evolucionarán sin lograr su potencial óptimo.
Sería ampliamente favorable que se validen las lluvias previstas para las próximas horas y fundamentalmente que cubran el sudoeste de la provincia. Esto mitigaría el retroceso que han sufrido las reservas y definiría una situación adecuada para la implantación de maíz. De todos modos es muy probable que las temperaturas de la primera quincena de septiembre aún no sean las óptimas para comenzar a sembrar este cultivo.
Por el momento el potencial efecto negativo de La Niña no se hace presente en la Mesopotamia y el NEA. De todos modos no debe soslayarse el hecho que marcan las estadísticas, con rendimientos que se ajustan para maíz y soja en años Niña. Monitorear las reservas y optimizar las fechas de siembra, serán la clave para definir el mejor manejo ante un potencial déficit pluvial.