Las principales variables que resumen la producción de arroz fueron:

- Superficie sembrada 54.850 hectáreas (ha)
- Superficie perdida       2.100 ha
- Superficie cosechada 52.750 ha
- Rendimiento promedio 7.388 kg/ha
- Producción                389.700 toneladas (t)

La superficie sembrada con arroz en la provincia de Entre Ríos registró una disminución interanual del 16 % (10.150 ha).
En la zona de riego por pozos, la merma se asoció a los altos costos energéticos necesarios para la extracción del agua. Mientras que, en la zona de represas, la reducción se debió a la ajustada capacidad de embalse.
Al inicio de la campaña, los modelos climáticos anunciaban la continuidad de “La Niña”, lo cual se asocia a buenas perspectivas de rendimiento en el cereal. Si se analizan las 10 mejores campañas arroceras desde el año 2000, seis de ellas fueron con eventos “La Niña”, tres con un Pacífico Ecuatorial “Neutro” y tan sólo un año con la presencia de “El Niño”.
No obstante, las serias dificultades en el riego, las extremas temperaturas máximas y un marcado descenso térmico en la segunda quincena de febrero repercutieron negativamente en el rendimiento esperado.
El rendimiento promedio provincial se posicionó en 7.388 kg/ha con una caída interanual del 7 % (543 kg/ha), mientras que en relación al promedio del último lustro la disminución fue del 2 % (114 kg/ha).
La producción de arroz tuvo una caída interanual del 22 % (109.970 t).
Los datos estadísticos sobre la evolución de la producción de arroz en Entre Ríos se presentan en la Tabla 1.

El tipo comercial largo fino abarcó aproximadamente el 78 % (43.000 ha) de la superficie cultivada, con un área perdida cercana al 3 % (1.200 ha) y una producción que representó el 84 % (326.040 t) del total.
Por otra parte, el tipo comercial largo ancho representó el 14 % (7.600 ha), de las cuales no cosechó el 3 % (200 ha) e incorporó alrededor de 40.330 t, es decir el 10 % de la producción total.
Finalmente, los tipos comerciales denominados especiales, significaron el 8 % (4.250 ha) con una superficie pérdida del 9 % (400 ha) y englobó el 6 % (23.330 t) de las toneladas totales.
Los datos estadísticos sobre la superficie implantada con arroz a nivel departamental se presentan en la Tabla 2.

A continuación, se analizan las variables climáticas de mayor peso en la definición de rendimiento del arroz durante el trimestre Dic – Ene – Feb (que abarca desde la etapa de prefloración a inicio de llenado de granos) y se las comparó con lo acontecido en las últimas tres campañas con la presencia de “La Niña”.

PRECIPITACIÓN

En la provincia de Entre Ríos, la precipitación promedio acumulada entre diciembre y febrero es de 410 mm. En los últimos tres años los acumuladas fueron inferiores a lo esperado, pero se destaca el ciclo 2022/23 por ser el escenario más seco (Figura 1).
- Ciclo 2020/21 precipitación acumulada de 293 mm, disminución del 28 % (117 mm);
- Ciclo 2021/22 precipitación acumulada de 257 mm, disminución del 37 % (153 mm);
- Ciclo 2022/23 precipitación acumulada de 139 mm, disminución del 66 % (271 mm).

RADIACIÓN SOLAR

En las tres últimas campañas, la reducción de la precipitación en el trimestre diciembre - enero - febrero se correlacionó con un incremento en los valores de la radiación solar.
En todos los meses los valores registrados fueron superiores a la media de los últimos 40 años, a excepción de enero del 2021 donde se posicionaron muy superiores a los valores históricos y por ende generó una merma en los montos de la radiación solar.

TEMPERATURA

La temperatura fue la variable de mayor peso en la definición del rendimiento del arroz. En la Figura 3 se presenta el comportamiento de las temperaturas mínimas y máximas durante el trimestre diciembre - enero - febrero.
En cuanto a las temperaturas máximas, hubo un total de 46 días en los que los valores se ubicaron por encima de los 35 °C, lo cual generó un escenario de estrés por calor con los siguientes efectos:
- Aumento del aborto de espiguillas y, por lo tanto, un menor número de granos;
- Reducción del peso de los granos;
- Aumento del porcentaje de granos vanos.
Por otro lado, en relación al efecto del descenso térmico, el mayor impacto se registró el 19 de febrero, con un valor de temperatura mínima en la red de centrales de 6,7 °C. Es significativo destacar que, el 12 de febrero el promedio de la temperatura mínima fue de 24,2 °C, lo que indica una amplitud térmica de 17,5 °C en el lapso de una semana.
El estrés por frío ocasionó en los lotes sembrados en fechas tardías, que se encontraban en torno a la floración, un importante incremento en el número de granos vanos.
Para finalizar, es relevante mencionar que, en algunos sitios como resultado de las temperaturas máximas extremas se detectó un incremento en el porcentaje de granos quebrados y en contra partida, una reducción de la calidad comercial del cereal.