Es interesante tener en cuenta la distribución normal de las precipitaciones en los próximos 45 días. A partir de esta información podemos posicionar las posibilidades con que cuentan las distintas zonas trigueras a la hora de mejorar su perfil de humedad. La estadística 1973 -2009, nos permite graficar en un mapa la oferta normal para este período.
Se observa un ordenamiento de las precipitaciones con un marcado gradiente hacia el este. Considerando este mapa es fácil entender porque al promediar el otoño es tan importante que la franja mediterránea cuente con buenas reservas. Actualmente, gran parte del sur de CB, LP y oeste de BA, requieren unos 40 milímetros de lluvia para iniciar el mes de junio con reservas adecuadas. El mapa nos dice que ese nivel de precipitaciones podría llegar a sumarse en 45 días si el comportamiento es el normal. Considerando el patrón actual, es posible pensar en mejoras, sin embrago es improbable arrancar las siembras en condiciones adecuadas de humedad. Es decir, sobre lotes del oeste con potencial para hacer trigo, es indispensable medir la humedad del perfil para cuantificar el riesgo y considerar que la oferta de agua del invierno será en el mejor de los casos la normal, por cierto pobre sobre la franja mediterránea.
El mismo mapa nos permite identificar las ventajas con que cuentan las zonas trigueras del este, más allá de contar en la actualidad con un nivel satisfactorio de reservas. Partiendo de condiciones iniciales más acomodadas sobre el este, es esta zona la que tiene la mejor provisión de agua en los próximos 45 días.
A partir de estos conceptos sencillos de interpretar, entendemos que no hay porque considerar riesgosas las siembras en la franja este de la región pampeana, siendo mas complejo el panorama sobre el oeste. Las labores de conservación de humedad que se hayan hecho y la experiencia de manejo bajo condiciones de reservas ajustadas, decidirán el área que finalmente se implantará sobre el oeste. Por lo pronto el corto plazo puede traer un alivio.