El perfil de suelo en todas las zonas agrícolas de la provincia no presenta ningún tipo de déficit. Por el contrario, incluso en zonas donde el balance hídrico se resuelve mostrando reservas adecuadas, es posible que los suelos se presenten con mayor contenido de humedad.
Aparece en el mapa un importante predominio de reservas de humedad óptimas, las cuales si bien garantizan sobradamente la demanda de los cultivos, dejan latente la posibilidad de la vuelta de los excesos hídricos. De hecho sectores del sudeste de la provincia y otros mas reducidos, mantienen suelos saturados y posiblemente encharcados.
El contexto hídrico en la provincia se ha modificado muy poco a lo largo del último trimestre. En general han predominado las reservas por encima de los valores normales, por momentos con corrimientos positivos muy significativos.
Hemos evaluado en otros informes que el patrón climático conducente está muy instalado. Se establecen períodos cortos libres de precipitaciones y dentro de los mismos el contenido de humedad en capas bajas se mantiene elevado. Durante los últimos tres meses la segunda quincena de enero ha constituido la excepción más importante a este comportamiento.
Si bien se viene afianzando el debilitamiento del fenómeno de El Niño, la circulación de escala regional sigue sosteniendo las masas de aire con alto contenido de humedad en la provincia. El mes de marzo es estadísticamente un mes de lluvias de importancia en toda la Mesopotamia y esto es lo que propone la continuidad del escenario húmedo para el final de la campaña de granos gruesos. Lo necesario es una normalización del patrón pluvial, de otro modo los excesos hídricos a cosecha serán comunes en gran parte de la provincia.