La jornada del domingo amaneció con excesos hídricos y anegamientos de distinta gravedad en todo el territorio provincial. La mejora en las condiciones meteorológicas ha permitido que estos excesos se hayan ido resumiendo, permitiendo el oreado de los suelos.
Si bien la solución del balance hídrico se resuelve presentando mayoritariamente reservas óptimas, es muy probable que las mismas en muchos sectores estén subestimadas. A pesar de que se han dado cuatro jornadas libres de precipitaciones, es posible que la buena red natural de drenaje de la provincia esté condicionada por la suma de excesos pluviales y la crecida de los ríos. Seguramente las zonas más elevadas se han oreado satisfactoriamente alcanzando un nivel óptimo de humedad, sin embargo los bajos pueden estar aún saturados y consecuentemente con mayor facilidad de reproducir excesos aún con sistemas precipitantes menores.
Como mencionamos anteriormente, solo en forma temporaria se han retirado las masas de aire húmedo que prevalecen sobre el este de la franja central del país. Esto pone un sesgo a la posibilidad de que la frecuencia de precipitaciones se modere durante el resto de febrero y la primera quincena de marzo. Teniendo en cuenta que ya se han superado las precipitaciones normales del mes, ha quedado configurada una situación hídrica muy riesgosa para la evolución de los cultivos. Por lo pronto son probables nuevas precipitaciones para el fin de semana, las cuales posiblemente no tengan una distribución homogénea pudiendo incluso no concretarse en algunos sectores de la provincia.
Si bien el fenómeno de El Niño se viene debilitando, la circulación de escala regional es suficiente para mantener el actual contexto climático.