Las precipitaciones ocurridas mayoritariamente durante el viernes 11, ya han tenido oportunidad de incorporarse al perfil de suelo, aunque restan sectores reducidos donde prevalecen algunos excesos. Para una pradera puede considerarse óptimo el nivel de humedad, sin embargo sobre lotes sin demanda o incluso listos para cosecha, aun podrían estar observándose problemas de piso.
Teniendo en cuenta el pronóstico, se perfila un tránsito muy favorable para el resto de Abril. Hemos dejado atrás los excesos generalizados y si bien algunos bajos pudieron haber sufrido anegamientos que causaron pérdidas, en el final de la campaña se va convergiendo lentamente hacia el equilibrio entre las necesarias recargas y el buen tiempo requerido para las tareas de cosecha. Si se logra avanzar en forma significativa en los próximos diez días, con algunas lluvias modestas en la transición hacia el mes de mayo, los perfiles recargados obtendrán la humedad superficial necesaria para las siembras. Esta hipótesis, si no se aparta demasiado de la realidad, definirá un escenario muy propicio para las siembras, por lo cual, los productores pueden ir diseñando estrategias para la implantación de una nueva campaña de granos finos.
Ya en un plano más conjetural y suponiendo que el invierno mantenga perfiles satisfactorios de humedad, aparece la posibilidad de que la primavera se desarrolle bajo un escenario Niño. Esto es un elemento a favor a la hora de perfilar la oferta de agua que podría darse en la floración de los cultivos de la fina.
Dentro de este contexto, habrá que ver el comportamiento de otros factores para que los productores se decidan a concretar un aumento del área triguera.