23/03/2011
Profesionales de INTA, Facultad de Ciencias Agropecuarias, Colegio de Profesionales de la Agronomía de Entre Ríos, AAPRESID, productores y SIBER debatieron sobre el Marchitamiento repentino en lotes de soja el pasado lunes 21 en las instalaciones de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
CONCLUSIONES
Notorio interés y numerosas consultas. Ese es el panorama bajo el cual se analizó la problemática de numerosos lotes sembrados con cultivos de soja, distribuidos en toda la provincia y que manifestaron procesos de secado vertiginosos, inclusive en algunos casos comenzando en etapas previas a lo que representaría una senescencia natural.
El acuerdo fue generalizado: el proceso fue repentino, en períodos de 4 a 6 días, con debilitamientos que comenzaban desde la zona apical de la planta, y que se continuaron en forma acelerada, con pérdida de turgencia en hojas y peciolos, acartuchamiento de los foliolos en torno a la nervadura principal, decoloraciones hacia verdes oliváceos y una hoja seca que se volvía crujiente a los manipuleos.
Si bien este comportamiento se observó tanto en lotes de 1ra como de 2da, las situaciones más frecuentes correspondieron a estos últimos, muchos de los cuales fueron implantados en situaciones de muy baja disponibilidad hídrica en el perfil, producto de un excelente rendimiento en la gramínea antecesora y de precipitaciones reducidas durante la primavera. En este marco, los cultivos no mostraron un desarrollo notable de follaje hasta mediados de enero, momento en el cual comenzaron a producirse precipitaciones de consideración en buena parte del territorio provincial, los cuales permitieron recomponer solo muy parcialmente el nivel de humedad en los suelos entrerrianos. De ese modo, y congeniando agua y temperatura disponibles, estos lotes generaron un muy buen crecimiento aéreo, que no se vio correspondido con un crecimiento radicular proporcional. El resultado fue una generación de exuberantes canopeos y alta fijación de chauchas, lo cual hacía esperar aceptables rendimientos siempre y cuando se cumpliera con la premisa del llenado. Y fue justamente allí, cuando hacía la segunda quincena del mes de febrero, las precipitaciones retrajeron su presencia y las altas temperaturas hicieron sentir el rigor del verano. El resultado: altas temperaturas, humedades ambientes muy reducidas, perfiles pobremente cargados, muy buenos canopeos. La conjunción de estos factores generó en los cultivos una necesidad hídrica difícil de sostener.
Además, durante todo el ciclo del cultivo, estuvieron presentes los trips. Estos insectos, como consecuencia de su alimentación, disminuyen la tasa de fotosíntesis, la conductancia estomática y la tasa de transpiración en el estrato superior de la planta. Cuando las densidades poblacionales de estos fitófagos son elevadas y persistentes en el tiempo provocarían la senescencia anticipada de las hojas, situación que se agrava ante plantas de soja con síntomas de stress hídrico. Ensayos conducidos en nuestro país demostraron que aplicaciones oportunas de insecticidas eficaces evitan pérdidas económicas por daños de trips.
Cultivos de 1ra también manifestaron un comportamiento análogo, aunque levemente menos vertiginoso y en estadios fenológicos más adelantados, producto de una siembra más temprana en comparación con los de 2da.
En estos lotes, si bien muchos de los factores descriptos para los casos de 2da resultaron comunes, también intervinieron otros elementos, dentro de los cuales la senescencia natural podría haber ganado mayor peso. Según explicaron los especialistas, la baja disponibilidad hídrica que caracterizó a gran parte del ciclo del cultivo afecto principalmente la Fijación Biológica de Nitrógeno, proceso clave en la acumulación del nutriente, desencadenando así bajas concentraciones del mismo en hoja. Posteriormente y ante la recuperación parcial de las lluvias, especialmente en períodos cercanos a la floración, las plantas generaron una muy buena carga reproductiva que posteriormente debía ser llenada. Dos de los factores más importantes a la hora de cumplir la premisa del llenado son el agua y el Nitrógeno, por lo cual la planta debió “echar mano” al N almacenado en hojas, principalmente presente en la enzima responsable de la fotosíntesis, generando una senescencia posiblemente algo más adelantada, pero fundamentalmente más vertiginosa.
Cabe destacar que en forma asociada a la manifestación del proceso, aparecieron también algunas enfermedades, que de ningún modo representaron la causal de la situación, sino que se trato más bien de un elemento acompañante.
De este modo las conclusiones alcanzadas fueron claras: los factores que desencadenaron este comportamiento fueron varios, muchos de los cuales interactuaron en la generación del proceso y muy posiblemente con incidencias variables dependiendo de la situación de cada lote. Dentro de ellos, la distribución sumamente irregular y anómala de las precipitaciones jugó un papel preponderante a través de la generación de plantas desproporcionadas entre porción aérea y radicular, existiendo también otros factores relacionados sobre los que se deberá continuar estudiando para determinar en forma más específica, el peso que tuvieron en el desarrollo.
Estas conclusiones surgen del análisis de la mayoría de los casos presentados, lo cual no invalida la existencia de otros, donde puede haber actuado la conjunción de otros factores. A medida que se vayan recepcionando otras inquietudes, las mismas serán objeto de estudios particulares.
Por último es importante destacar que todas aquellas medidas de manejo, tendientes a mejorar la eficiencia del uso del agua –siembra directa, rotaciones con alta participación de gramíneas, fertilizaciones adecuadas, barbechos prolongados, etc.- permiten afrontar con una mejor performance este tipo de situaciones con grados diversos de anomalía.